Tema de chistes, frases y opiniones diversas, las suegras forman parte de la historia cotidiana de numerosas familias. Algunas parejas tienen una relación excelente con sus suegros y otros no tanto, ocasión en que pueden generarse conflictos que terminan afectando a la propia pareja o incluso a los hijos.

Nuestros suegros pueden vivir a kilómetros de distancia, a metros o en nuestra propia casa. Estadísticamente el riesgo de problemas pareciera aumentar en base a esta cercanía, siendo “la suegra” y no “el suegro” la mayor fuente de conflictos. Sin embargo, insistimos: todo depende de cada familia.

Como el tema genera mucha preocupación, esta columna te guía para saber cuáles pueden ser los caminos de solución en este conflicto tan común.

¿Por qué la relación suegra/nuera suele tener algunos tropiezos?

Las mamás son tradicionalmente el centro y motor de una familia. Generalmente son quienes manejan toda la logística familiar y tienen más información de lo que sucede en casa y de cómo está cada uno de sus miembros.

Cuando un hijo se va para formar su propia familiar, esta madre se siente despojada de ese “territorio” y busca conservarlo metiéndose en la relación de su hijo y/o en la manera en que lleva su casa y familia, bajo la excusa de tener más experiencia que la joven pareja. Esto genera roces y problemas entre todos los involucrados.

Es importante aclarar que no sucede en todos los casos. Hay muchísimas suegras que saben respetar la independencia y autonomía de sus hijos y sus familias, y que disfrutan de la convivencia con ellos sin entrometerse, solo opinando y ayudando cuando se lo solicitan.

¿En qué tipo de cosas es más común que se involucren las suegras?

Generalmente se meten en la manera en que manejas la casa, en cómo tratas a tu pareja y en los temas de los “buenos modales” y “buenos hábitos” de los hijos, como el estudio, el orden, la obediencia, conductas saludables, etc. En el fondo, es un tema de “pelea territorial” y de mantener un control en la vida familiar.

¿Cómo actuar cuando vemos que la suegra se involucra mucho en la crianza de nuestros hijos o les enseña cosas que no queremos?

La primera estrategia es difícil, ya que involucra aceptar que tu suegra no va a cambiar… por lo que hay que modificar TU visión de la situación, para después trabajar su mejor manejo.

Trata de explicarte, pensando en una buena intención, por qué tu suegra está actuando como lo hace. Es decir, en lugar de decir “Lo hace porque piensa que somos tontos y no sabemos educar a nuestros hijos”, piensa, por ejemplo, que es una demostración del cariño y preocupación por los niños para que todo esté muy bien, o piensa que no se ha dado cuenta que es un hábito molesto lo que ella hace. Trata de quitarle la connotación negativa para ayudarte a manejarlo mejor.

Después, trata de tener una conversación amable con ella. Esto no quiere decir que con hablarlo la cosa cambiará definitivamente, pero pueden haber algunos avances. Explícale que, a pesar de que agradeces enormemente sus opiniones y consejos, que quisieras tratar criar a sus hijos con sus propios elementos. Que el día en que necesites de su apoyo, que serás la primera en pedirle una idea, pero que por el momento preferirías ser padres más independientes del estilo de ambas familias de origen.

Si tu suegra enseña cosas a tus hijos que ustedes como pareja no comparten, es importante que se lo digas con mucha educación, pero con absoluta claridad. Sé empática al decirle que sabes que ella no está de acuerdo y que tú respetas que no lo esté, pero que también tú pides el mismo respeto con lo que ustedes decidan que deben y no deben aprender los hijos.

¿Qué rol debiese tomar nuestra pareja?

Idealmente, tu pareja es la mejor persona para lidiar con el entrometimiento de tu suegra. Sin embargo, al mismo tiempo es el que menos quiere intervenir y tener una discusión con su mamá.

Habla con él, explicándole cómo te hace sentir. El tono y actitud que mantengas en esa conversación será clave en el éxito o fracaso de esa plática. Si lo haces sentir que está atrapado en medio de una pelea, estará menos dispuesto a apoyarte. Si con una manera conciliadora le preguntas cómo se le ocurre que pueden manejar la situación, pudiera estar más dispuesto a participar en la solución. Así que prepara bien esta conversación para lograr los mejores resultados.

Si finalmente él no quiere hablar con su mamá, dile que lo harás tú, siempre de una manera cordial y respetuosa.

Recuerda, sin embargo, que es poco probable que tu suegra cambie y que el entrometimiento seguirá siendo una situación permanente en tu casa. No dañes tu relación por esta situación. No le cedas la victoria a la señora. Cuida de tu pareja, aceptando sus defectos (como el manejo de su mamá), de manera que se fortalezcan y acerquen A PESAR de la suegra. No conviertas a tu pareja en el receptor de tus quejas y frustraciones. En ocasiones como esta, por duro y difícil que parezca, el “sufrir en silencio” es una estrategia sabia para estrechar tu relación. Si las quejas o recriminaciones sirvieran para cambiar la situación, te sugeriría que lo hicieras con tu pareja, pero este tipo de acciones no solucionan nada y sí agravan el problema.

¿Debemos decir algo a nuestros hijos?

No. Los hijos deben mantenerse al margen. Si llegaran a hacer o decir algo enseñado por la abuela que se contrapone a los valores o costumbres de la casa, debemos corregirlos pero sin descalificar a la suegra: “En nuestra familia lo hacemos de esta otra manera, hijo. Cada casa tiene un estilo para hacer las cosas y eso está bien para cada familia… Nosotros creemos XXXX por lo que te pedimos que hagas así las cosas”.

Una conversación similar a esta deja claro lo que esperas de tu hijo, además de enseñar tolerancia y respeto a creencias diferentes.

¿Cómo prevenir situaciones de conflicto con la suegra?

Una manera de evitar conflictos es mantenerla involucrada en sus vidas. Invítala a eventos familiares, pídele algún consejo de vez en cuando, solicita su ayuda y agradécela profusamente. Hazla sentir importante. Pero administra esta convivencia con sabiduría. Entre más tiempo pase tu suegra con ustedes, aumenta la probabilidad de que se meta en los temas de familia.

Sé extremadamente amable. A pesar de que te cueste trabajo hacerlo cuando estés con ella. Muchas veces la suegra puede provocarte para discutir y hacerte ver como la villana y ella la víctima. No se lo permitas. No “enganches”. Poco a poco, si ella ve que la batalla está perdida dejará de utilizar la estrategia de molestarte para verse mejor ante su hijo.

Obviamente, si tu suegra cuida de tus hijos mientras los padres trabajan es complicado pedirle que no se entrometa… ¡Es una activa formadora de tus hijos! ¿Cómo no meterse? En este caso, el respeto, la admiración y el agradecimiento será la mejor actitud para trabajar en las posibles diferencias de estilo que puedas tener respecto a la educación de tus hijos. No es fácil ni divertido, pero manejándolo bien, los resultados serán de un enorme beneficio para ellos y para el ambiente familiar.

 

Mónica Bulnes. Sicóloga
Creadora del portal www.preguntaleamonica.com.
Especialista en relaciones familiares y personales. Escritora y conferencista internacional.