Septiembre y Fiestas Patrias, tiempo de celebración y actividades en familia, de gratos momentos en torno a las costumbres más típicas del país, son una de las mejores instancias para que los niños desarrollen la identidad nacional, el respeto y amor por la cultura chilena. Si estos valores se fomentan desde la casa y se fortalecen en la vida escolar, el resultado es –a futuro– ciudadanos más comprometidos.

El tributo a la bandera o al himno nacional es solo una de las formas en que el país promueve el amor y el respeto por la patria. Cuando se acerca el 18 de septiembre y se conmemora la Junta Nacional de Gobierno de 1810, todos esos valores parecen elevarse y estar en boca de todos. Sin embargo, esto no tiene por qué suceder únicamente en época de Fiestas Patrias.

Ideas

El patriotismo, entendido como el amor por el territorio natal, resulta un sentimiento formado en los primeros años de vida. Karla Anavalón, directora de Editorial Caligrafix (www.caligrafix.cl), sostiene “cuando el aprendizaje de los valores patrios comienza en la etapa preescolar, el respeto por el lugar donde se ha nacido y por los conceptos de ciudadanía, se manifiesta con mayor intensidad y conciencia. Ya en la adultez, esos niños tendrán una participación más significativa en el ámbito cívico, social y cultural de su país”.

De esta forma, la idea es que los primeros años, los niños fortalezcan su identificación con la comunidad. Para lograrlo, las propuestas son variadas e implican actividades diversas, como, por ejemplo, ubicar a Chile en un mapa del mundo e investigar acerca de sus paisajes, flora y fauna.

Además, se recomienda hablar de las riquezas naturales del país, saber cuándo y por qué se celebran las fiestas tradicionales, escuchar o leer mitos y leyendas regionales, degustar platos típicos, bailar danzas locales, cantar canciones folclóricas y  valorar a los pueblos originarios así como el aporte que entregan a la sociedad chilena. Todo lo anterior, dentro de un marco de respeto hacia las personas de otras nacionalidades, promoviendo los beneficios de conocer otras culturas y evitando cualquier actitud de discriminación.

Colegio

Aunque el colegio no es el único lugar de formación y la familia cumple una función importante, Francisco Navarrete, Licenciado en Historia y Ciencia Política, y profesor de Historia de la Universidad Católica de Chile y representante de Editorial Caligrafix comenta que: “La escuela debe aprovechar sus recursos para involucrar a los alumnos en la participación de nuestras fechas patrióticas, realizar lecturas sobre la historia de Chile, conversar sobre nuestros héroes nacionales, utilizando como recursos la dramatización, la creación de títeres personificando nuestros personajes históricos, la elaboración de rompecabezas con imágenes patrióticas, el desarrollo de libros de cuentos relacionados con nuestra cultura, etc.”.

Los juegos y el hogar

Los niños de todas las épocas siguen la tradición de sus padres, comenta Navarrete. Entonces, en la medida que los adultos continúen con ellas, los niños lograrán asimilarlas.

Para hacerlo de manera más fácil, entretenido para los niños y lograr que se empapen de nuestras tradiciones, la mejor manera –dice el experto– es conmemorar los valores de la democracia y de la patria a través de los juegos. “Su  objetivo es generar una actividad placentera, con ellos se liberan los conflictos y el estrés, se estimula el trabajo en equipo, se promueve la inclusión, se ignoran los problemas o se resuelven. Todos ellos están vinculados al desarrollo de los principales aspectos de la vida de una persona: física, mental, intelectual y normativa”.

Junto a lo anterior, fomenta de especial manera los valores patrios el comentar y leer acerca de nuestra historia. Lo mismo ocurre cuando se cantan canciones del folclor y se recitan refranes típicos. Otras buenas prácticas pro valores patrios son:

  • Cocinar platos típicos e involucrar en eso a los niños, por ejemplo, asignándoles tareas simples como encargarles abrir las hojas del maíz cuando se cocina un pastel de choclo.
  • Jugar al trompo, elevar volantines, competir con un tejo, etc. Los juegos típicos son parte esencial de toda cultura y practicarlos con los niños, junto con acercarse a ellos, permite mantener tradiciones.
  • Usar la bandera no solo en época de Fiestas Patrias.
  • Incluir a los niños en actividades cívicas, como el día de votación para determinadas elecciones.
  • Demostrar respeto por los emblemas nacionales y, de ese modo, ser ejemplo de comportamiento.