Hay niños que tienen un comportamiento muy diferente al que suele tener la mayoría de los pequeños. Pueden ser más bien serios, responsables, muy críticos con ellos mismos, culposos, tímidos y estructurados. Incluso, en algunos casos llegan a comportarse como adultos en miniatura.

En general, su comportamiento es todo lo contrario de uno ingenuo, espontáneo y exploratorio, que prueba y se equivoca. En la estructura sicológica de estos niños es más importante y les da más seguridad el ser responsables, autosuficientes, tener orden, ser eficientes y tener conductas maduras. Por lo que actuar como niño es algo que se evita, al verse como una amenaza.

Pueden sufrir estrés y preocuparse por no hacer las cosas tan bien como su nivel de exigencia personal se los demanda. También, en muchos de estos niños vemos un gran miedo al cambio y al verse afectados por cualquier alteración en su rutina o en su entorno.

¿Influye la familia?

Es muy común que el ambiente familiar de estos niños sea exigente. Un lugar donde se valoran sus comportamientos maduros y donde no se les permite actuar como niños. También muchos padres se apoyan bastante en ellos, ya sea para las tareas de la casa o compartiendo responsabilidades en la crianza de los hermanos.

La tendencia natural de estos pequeños va a ser sentirse responsables y cumplir con todo lo que su familia espera de él. Porque relacionan el amor con cumplir con las expectativas. “Se me quiere por lo que hago”.

Este tipo de niños suelen tener predominancia del elemento Tierra en su carta natal, ya sea porque su signo de nacimiento o algún planeta están en algún signo de Tierra (Capricornio, Virgo o Tauro). La mejor forma de saberlo es realizando un consulta astrológica, que precisa el dato de la hora del nacimiento, pues está hecha a medida de la persona.

Consejos para un desarrollo sano

  • Los padres necesitan relajarse, ser prudentes y equilibrados con el niño a la hora de demandar resultados en aquello que realice y en las exigencias que se le piden.
  • No solo valorar cuando el niño cumple con resultados o es responsable, sino que hacerlo también cuando el niño no hace nada. Hay que hacerle ver que lo aman incondicionalmente, no importando si logra o no logra objetivos.
  • No sobre-apoyarse en ellos, por más cómodo que pueda ser para los padres.
  • Es importante enseñarles a darse un espacio de descanso y recreación. No todo son obligaciones y responsabilidades. En su rutina diaria debe haber espacio para jugar y distraerse. Hacer cosas divertidas y no lo que su sentido de obligación les dice que debe hacer.
  • Jugar con ellos y que hagan actividades donde no sea importante tener las cosas bajo control u obtener resultados.
  • Juegos, deportes, campamentos, actividades en la naturaleza son importantes para que aprendan a gestionar sus miedos y preocupaciones.
  • En situaciones de cambio, explicarles con anticipación acerca de la nueva situación y tratar de llevarles objetos familiares.

Por: Pablo Flores Laymuns. Ingeniero Civil Industrial UC, Astrólogo, Terapeuta Floral Evolutivo, Maestro de Reiki y Brain Gym Practitioner. www.astrologiayterapias.cl