Mañanas muy heladas y cambios de temperatura durante el día son algunos de los factores que inciden en que los niños se resfríen con mayor facilidad. Pero ¿qué pasa cuando los resfríos se repiten una y otra vez?

Un resfrío común debería durar 5 días como máximo, con síntomas que comprometen la nariz, como los mocos, picor y estornudos; fiebre baja, es decir menor a 38 grados y un leve decaimiento. Se trata de una enfermedad leve, cuyo cuidado se reduce al tratamiento de la temperatura y los dolores musculares, hasta que pase el cuadro.

¿Hay niños que se resfrían más que otros? “Efectivamente, y las razones posibles podrían ser: inmunidad o capacidad de defensa de cada uno, exposición a contagios y/o la presencia de una alergia respiratoria”, explica el pediatra Mauricio Jarufe.

A tomar nota

Una nutrición completa y balanceada sin duda ayuda a que los niños tengan mejores defensas y le dará al organismo la posibilidad de disponer de todos los sustratos que necesite. Esto, más el aumento en el consumo de alimentos que contengan vitamina C y la adecuada ingesta de agua, son recomendaciones que podemos seguir en casa para evitar que el resfrío en niños.

De acuerdo al Dr. Jarufe, mientras estén resfriados, lo ideal es que puedan mantener su rutina, y si no quieren hacer reposo absoluto no hay problema siempre que no realicen actividad física. En esta línea, agrega que pueden bañarse solo si no implica que estén expuestos a ambientes fríos, y en lo posible, recomienda que permanezcan fuera de lugares aglomerados, como sala cuna, jardín infantil, mall, etc. ya que “el riesgo de que se contagien  con otros gérmenes, que puedan complicar la situación, aumenta mucho en esos casos”, enfatiza.

Cuidado con la fiebre

Especial atención se debe tener cuando la fiebre sobrepase repetidamente los 39 grados, se prolongue por 72 horas y se agregue al cuadro tos progresiva, dificultad respiratoria y/o pérdida total del apetito. Acudir inmediatamente a un centro de salud en caso de dificultad respiratoria en rápido aumento, signos de cansancio progresivo, tos persistente con ahogos que implican vómitos repetidos, cara muy roja o con tintes morados y decaimiento rápido y progresivo con somnolencia anormal.