El embarazo es un tópico que genera mucho material escrito. Las tiendas de libros y la biblioteca dedican al embarazo no sólo estanterías, sino pasillos completos. Cuando acudas a tu primera consulta prenatal, tu doctor probablemente te abastecerá con cantidades de folletos que cubren todo tipo de exámenes necesarios y aspectos típicos de cada trimestre. Pero, aunque tengas esta información, el embarazo puede tomar a cualquier futuro padre por sorpresa.

Si tu doctor no ha mencionado los siguientes tópicos durante tus primeras consultas, no es porque él o ella estén omitiendo a propósito esta información. Lo más probable es que no te lo hayan mencionado porque el embarazo afecta a cada mujer de una manera diferente. Por ejemplo, algunas mujeres sufren de nauseas en la mañana, otras sienten nauseas durante todo el día, y otras nunca sienten nauseas. Tu doctor puede que olvide mencionar algo que no tiene un enfoque médico. Además, algunas mujeres piensan que mencionar el incremento del tamaño del pecho o el sufrir de hemorroides son problemas muy personales o vergonzosos como para preguntárselo a sus doctores.

Cualquier preocupación que tengas con relación a la salud física o emocional de tu bebé, independientemente de cuan trivial o irrelevante parezca, deben ser consultada con tu doctor. Él o ella han visto a muchos futuros padres, unos más preocupados y otros menos preocupados que tú, y podrán dejarte saber cuándo no hay de qué preocuparse o darte más información en caso de que haya que prestar atención a algún problema. Y si tu doctor no se toma el tiempo de escuchar tus preocupaciones y no parece darles la suficiente seriedad, debes de sentirte libre para buscar una segunda opinión.

1-El instinto de preparación del nido

Muchas mujeres experimentan un instinto de preparar el ambiente que les rodea para la llegada del bebé, es un fuerte deseo de preparar el hogar limpiando y decorando. O quizás puede que te quieras dedicar a proyectos a los que no habías podido dedicarte hasta la fecha, como organizar tu garaje o tus armarios.

Según se aproxima tu fecha de dar a luz, puede que quieras dedicarte a limpiar alacenas o paredes- ¡tareas que nunca imaginarías qué harías en el noveno mes de tu embarazo! Este deseo de preparar tu hogar puede ser útil porque te dará más tiempo para recuperarte y cuidar a tu bebé en cuanto nazca. Pero ten cuidado y no te excedas organizando.

2-Incapacidad para concentrarte

En el primer trimestre, la fatiga y las náuseas durante la mañana pueden hacer que las mujeres se sientan cansadas y mentalmente confusas. Incluso una mujer embarazada que descanse lo suficiente puede experimentar cierta incapacidad para concentrarse y períodos de no recordar detalles. La preocupación por el bebé es parcialmente una de las causas, como lo son también los cambios hormonales. Todo – incluyendo el trabajo, las cuentas, las citas con el doctor – pueden parecer menos importantes que el bebé y el nacimiento a punto de ocurrir. Tú puedes combatir tus olvidos haciendo pequeñas listas para que puedas recordar ciertas fechas y citas.

3-Cambios de humor

El síndrome pre-menstrual y el embarazo se parecen en muchas maneras. Tus pechos crecen y se vuelven más sensibles, tus hormonas fluctúan, y puede que tengas cambios de humor. Si tú sufres del síndrome premenstrual, puede que tengas tendencia a tener cambios de humor más severos durante el embarazo. Estos cambios pueden hacerte sentir feliz durante un minuto y al siguiente, con ganas de llorar. Puede que un día estés enfadada irracionalmente con tu pareja y al día siguiente uno de tus colegas te irrite inexplicablemente.

Los cambios de humor son muy comunes durante el embarazo, aunque tienden a ocurrir más comúnmente durante el primer trimestre y hacia el final del tercer trimestre.

Aproximadamente el 10 por ciento de las mujeres embarazadas experimentan depresión durante el embarazo. Si tú tienes síntomas tales como problemas del sueño, cambios en los hábitos alimenticios (pérdida completa del apetito o incapacidad de parar de comer), y cambios de humor exagerados durante más de dos semanas, debes hablar con tu médico.

4-Número de calzado

Incluso cuando tu ropa no te sirva, siempre podrás ponerte tus zapatos ¿Verdad? Quizás sí, pero quizás no. Debido al exceso de líquido en el cuerpo de las mujeres embarazadas, muchas mujeres experimentan hinchazón en los tobillos e incluso tendrán que empezar a usar una talla de calzado mayor. Usar zapatos con el talón abierto de una talla más grande puede que sea más cómodo para muchas mujeres embarazadas, especialmente en los meses de verano.

5-Movilidad de las articulaciones

Durante el embarazo, tu cuerpo produce una hormona llamada relaxina, la cual se cree que ayuda a preparar al área del pubis y a la matriz para el nacimiento del bebé. La relaxina relaja los ligamentos de tu cuerpo haciéndote menos estable y más propensa a lesionarte. Por ello, es fácil estirarse de más o lesionarse algún músculo, especialmente en las articulaciones de tu pelvis, en la parte baja de tu espalda y en las rodillas. Cuando hagas ejercicio o levantes objetos, hazlo lentamente y evita movimientos bruscos.