Durante el embarazo, gran parte de las mujeres suelen ponerse menos restrictivas, ya sea porque tienen antojos o el mítico “deben comer por dos”. De esta manera, el consumo de pasteles, chocolates y otros dulces se disparan. Y es que, al parecer, los nueve meses de gestación son una licencia para poder comer de manera libre.

Sin embargo, nuevos estudios han mostrado que existe una asociación entre la ingesta de azúcar de la madre durante el embarazo y enfermedades inflamatorias que van más allá de la obesidad, tales como el riesgo de desarrollar asma o alergias respiratorias en los niños a temprana edad.

Un estudio publicado en la Revista Respiratoria Europea mostró esta asociación y describió que aquellas mujeres que consumieron más azúcar durante el período de gestación tenían un riesgo mayor de probabilidades de tener hijos con alergias respiratorias.

No solo alergias de primavera

La Dra. Liana Schlesinger, inmunóloga de la Sociedad Chilena de Pediatría (Sochipe), detalla que, a partir de los 6 meses, los niños ya pueden presentar síntomas de rinitis alérgica que se pueden extender hasta la juventud, o incluso la adultez, por lo que se debe aprender a convivir con ellos. Las principales expresiones de esta patología son los estornudos, la rinorrea, el prurito y congestión nasal, lo que puede llevar a tener dificultades para respirar normalmente.

Además, explicó que otros factores tales como la herencia tendrían incidencia sobre la salud respiratoria de los niños. Así, si la madre, el padre, o ambos fueran alérgicos existe un 25 a 50% de posibilidades de que el niño herede esta condición.

La sensibilización a alérgenos presentes en primavera tales como pólenes de árboles, malezas y pastos pueden desencadenar sintomatología alérgica en etapas tempranas de la vida. Se sabe que aquellos niños que nacen en época de aumento de polen en el ambiente pueden presentar mayores complicaciones respiratorias.

Si bien las alergias suelen presentarse durante la primavera, se debe tener presente que hay otros alérgenos tales como los ácaros de polvo de habitación, pelos de animales domésticos y hongos  que están presentes principalmente en lugares poco ventilados y húmedos que pueden ser responsables  de aquellos síntomas alérgicos presentes durante todo el año. “Por eso, toda persona que tenga la predisposición a desarrollar alergias, puede verse afectado en primavera, verano, e incluso en los meses fríos”, aclaró la Dra. Schlesinger.