Muchos padres suelen darles a sus hijos chupetes untados en líquidos dulces o una mamadera a la hora de dormir como el fin de ayudarlos a conciliar el sueño.

Estos hábitos que parecen inofensivos son los principales causantes del problema dental más frecuente en bebés y niños: la caries del biberón.

Como explica el Dr. Omar Toro, del Grupo Odontológico Yany, esta afección dentaria es causada por el contacto frecuente de los dientes con líquidos que contienen azúcar (leche líquida o en polvo con o sin azúcar, jugos de fruta, bebidas, miel, entre otros), la cual se acumula en el espacio bucal alimentando a las bacterias.

El peligro de la caries del biberón aumenta durante la siesta o la noche, ya que la producción de saliva disminuye permitiendo que los líquidos permanezcan adheridos a los dientes por largos períodos de tiempo.

Prevención

  • Intente no compartir saliva con el bebé al utilizar las mismas cucharas o limpiar los chupetes. Después de cada comida, limpie las encías del niño con una gasa limpia y húmeda o una toallita.
  • Los niños menores de 3 años deben comenzar a cepillarse los dientes tan pronto como empiecen a salirles, utilizando una cantidad de pasta de dientes fluorada no mayor que una mancha en el cepillo o el tamaño de un grano de arroz.
  • Cepille los dientes del niño cuidadosamente dos veces al día (por la mañana y por la noche).
  • Eche únicamente leche en polvo para bebés, leche o leche materna en los biberones. Evite llenar el biberón con líquidos como, por ejemplo, agua azucarada, jugo y refrescos.
  • Los bebés deberían terminarse los biberones de la noche y la siesta antes de irse a la cama.
  • Si su bebé utiliza chupete, déle uno que esté limpio; no lo introduzca en azúcar o miel.
  • Anime a su hijo a beber de una taza cuando haya cumplido un año.