Se terminan las vacaciones y se cierra un período que para muchos fue ideal para descansar, compartir con la familia y renovar energías. Es fundamental que la vuelta al trabajo se lleve a cabo en forma progresiva, para así facilitar la reincorporación laboral. A continuación, Laborum entrega 7 tips para lograrlo:

1 Realizar una transición antes de regresar al trabajo:

No es bueno retornar de las vacaciones justo el día antes de volver a la oficina, pese a que suene tentador. Lo ideal es planificarlo con anticipación, pues así se tendrá tiempo para hacerse cargo de los asuntos prácticos del hogar, como ir de compras al supermercado o lavar y ordenar la ropa. Este proceso valdrá como adaptación psicológica al trabajo.

2 No asociar el retorno de vacaciones netamente a lo laboral:

Lo recomendable es no asociar el regreso de vacaciones, únicamente al trabajo. Se puede relacionar con otro tipo de cosas positivas, como por ejemplo, la tranquilidad del hogar o la regulación con la alimentación y el horario.

3 Reunirse con el equipo de trabajo y retomar las funciones paulatinamente:

Es fundamental, al momento de reincorporarse al trabajo, reunirse con las personas de tu equipo y sobre todo con quien asumió tus responsabilidades mientras descansabas. La idea es ponerse al día y retomar paulatinamente las actividades.

4 Pensar en lo positivo del empleo:

La meta para toda persona que vuelve a trabajar, debería ser planear su regreso con mentalidad positiva. Esto ayudará a volver más agradable el reencuentro con el trabajo, con la jefatura y los compañeros, quienes finalmente contribuirán en el proceso de adaptación. Si existen cosas que incomodan o molestan en la oficina, un consejo es elaborar una lista con cosas negativas, para tratar de cambiarlas durante lo que resta del año.

5 Incorporarse al trabajo a mitad de semana:

Es normal que el regreso a la oficina se torne un poco más agotador y largo de lo normal. Para que esto no ocurra, lo mejor es integrarse a las labores a mitad de semana, así se podrá aclimatar mejor a las tareas que realizar y se evitarán los excesos de trabajo.

6 No pretender resolver todo el primer día:

Durante el periodo de vacaciones se acumulan bastantes pendientes. Lo importante es que los colaboradores no intenten regularizar todo en un día ya que dicha acción podría provocar episodios de estrés. Se recomienda dosificar la carga en un plazo razonable con metas realistas. Para los primeros días, lo mejor es realizar funciones rutinarias, tales como contestar correos electrónicos pendientes, devolver llamados y ponerse al día con las noticias de la empresa.

7 Efectuar actividades anexas a la oficina:

Las vacaciones no son el único momento donde los trabajadores pueden realizar actividades recreativas o tomar un tiempo para descansar. Durante el día hay que buscar momentos de relajo y el fin de semana realizar algún tipo de actividad recreativa. De este modo se disfrutará del trabajo y no se estará esperando con extrema ansiedad las próximas vacaciones.