¿Estará sano?¿Sabré cuidarlo? ¿Sabré educarlo?¿Por qué llora? ¿Soy una mala madre por querer darme una tarde libre? ¡Estoy agotada! Estas y otras preguntas y afirmaciones nos hacemos desde que sabemos que estamos esperando un hijo. Y cada uno de estos cuestionamientos nos provoca tremenda ansiedad.
Leer artículo completo