¿Ya se enteraron que volví a ser padre? Cierto, lo conté la vez pasada. Es fuerte volver al trajín de la crianza temprana después de 8 años: sabemos mucho más que la primera vez, pero estamos algo “oxidados” por el paso del tiempo. Claro que con mellizos todo esfuerzo se duplica. Y por más experiencia que uno tenga, el cuerpo lo va sintiendo. Por lo mismo, desde que nacieron dejé de “quedarme dormido”, pues ahora simplemente “quedo inconsciente” de un momento a otro, cuando ambos yacen como angelitos en su cuna… Y así con otros redescubrimientos de esta etapa…

La tranquilidad de la rutina

Dicen que a los bebés les encantan las actividades rutinarias. Mentira: a los seres humanos, en cualquier etapa de la vida, nos gustan, pues nos hacen sentir seguros y resguardados. Imagínense las dudas que puede tener alguien que viene saliendo de 9 meses en un medio acuoso. ¿Cuántas veces a la semana cambia usted su trayecto de la casa al trabajo? ¿Nunca?

Los niños vinieron a ser felices

Si usted tiene hijos recién nacidos escuchará muchas historias sobre métodos para mantenerlos tranquilos y acostumbrarlos a dormir. Algunos le sorprenderán, pues estarán basados en “dejar llorar a los niños”, hasta que se cansen. Antes de tomarlos en serio, piense cuántas veces necesitó que otras personas lo acogieran en un momento de angustia. Y cuán bueno fue sentir ese apoyo.

Que el pelo, que los ojos…

En una sociedad que busca con urgencia terminar con la discriminación es un poco paradójico que permanezcan tan vigentes los comentarios relacionados con las características físicas de los niños. ¿De veras es importante que los ojos sean de tal o cual color, o que el pelo sea “clarito”? Me quedo con aquellos tíos y tías que majaderamente buscan encontrar el parecido con alguien de la familia.

El secreto

Así como el título de aquel célebre libro de autoayuda, durante las primeras semanas de vida de nuestros hijos los padres buscamos la fórmula que nos permita volver lo antes posible a nuestro hábito de sueño. Lo cierto es que no hay secreto: cada niño es un mundo. Y cada familia, también. Si pudiera recomendar algo sería observar mucho, conocer de a poco el carácter y gusto de los bebés e ir generando las condiciones que van facilitando su descanso. Suena sencillo, pero no lo es.

Canta conmigo

La música es un elemento fundamental en la vida de los bebés. Qué pena que con los años vaya perdiendo esa relevancia. En casa, al menos, hemos generado el hábito de hacerlo todo con música: cocinar, bañarnos, comer… Ahora que están los pequeños todo es cantando, incluso con guitarra en mano. Las canciones los hacen reír, los asombran y los despiertan de buen ánimo. La música relajante también es capaz de hacerlos dormir, la mayoría de las veces, profundamente.

Como el cilantro: el chupete es bueno, pero nunca tanto

Siempre he contado la historia de lo importante que fue volver a casa después del primer parto de mi esposa, premunidos de un chupete. Es increíble cómo calma la ansiedad de los recién nacidos y lo hemos vuelto a comprobar. También hemos comprendido que su buen uso puede rápidamente convertirse en exceso. Hay estímulos más allá de un chupete: ya hablamos de la música y podría agregar los cuentos con sonido y con luces, especialmente; los paseos y un buen paisaje para mirar (una ventana); las conversaciones inventadas que sacan risas.

El hermano mayor

Qué lindos son los 8 años. El nivel de lucidez es tal que cualquier temor sobre aparición de celos ha sido disipado. Acá se ha manifestado el cariño genuino, natural y desbordante de un niño que soñaba con tener hermanos y que ha visto cómo ese deseo se vuelve realidad por partida doble.

Me aburro

Cambiar las posiciones en que se encuentran los niños es vital para impedir que llegue el aburrimiento. Las sillas para bebé son muy útiles para matizar un día en que también pasan acostados en una cuna, o en brazos de sus padres y cercanos. ¿Son demandantes los bebés? Pues, claro que sí. La niñez establece una condición de inquietud.

Ropa que queda en desuso muy rápidamente, leche que desaparece a un ritmo vertiginoso, columnas sobre paternidad que se escriben en horarios algo inverosímiles… a veces. Hay tantas cosas para comentar todavía que siento que este espacio, literalmente, recién está comenzando…

 

Por: Rodrigo Toledo, Papá en Rodaje.