Alergias alimentarias: ¿cuáles son las más frecuentes?
Las alergias alimentarias son condiciones cada vez más diagnosticadas durante la infancia y constituyen el tercer motivo de consulta a los gastroenterólogos pediátricos, luego de las atenciones digestivas y hepáticas.
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“Esta enfermedad se define como una condición patológica ocasionada por una reacción adversa a la ingesta de un alérgeno alimentario, que es mediada por mecanismos inmunológicos (alérgicos) y que se repite ante una nueva exposición”, señala el Dr. Alfredo Peña, gastroenterólogo pediátrico de Clínica Vespucio. 1-El alimento alergénico más común es la proteína de la leche de vaca (PLV). Le siguen: 2-El huevo. 3-La soya. 4-El trigo. 5-El maní. 6-Los pescados y mariscos. “Esto va variando con la edad. La frecuencia es de casi un 5% de los niños durante su primer año de vida; en los lactantes, menores de 2 años, lo más habitual es la PLV y la soya; y con la edad van manifestándose con otros alimentos”, asegura el doctor Peña. La alergia alimentaria no es una enfermedad de manifestación única, sino que incluye varios mecanismos y brotes diferentes, que pueden involucrar los aparatos digestivo, respiratorio, cutáneo, etc. Existen dos grupos fundamentales entre las reacciones alérgicas a los alimentos: Esta es una sustancia que circula por la sangre y que desencadena una reacción inmediata al llegar a los tejidos. Lo más típico es la urticaria aguda o la anafilaxia, es decir, el enronchamiento brusco de la piel, a veces con compromiso respiratorio a los pocos minutos u horas de consumir el alimento. Lo más típico es la reacción alérgica al maní, huevo, sésamo y leche de vaca. Esta alergia se da en niños o en adultos. Como el mecanismo es más lento, las reacciones pueden demorar días o semanas en aparecer. A este grupo pertenecen la mayoría de las alergias que debutan en los primeros meses de vida. La rectocolitis alérgica, desencadenada por la PLV, es la más común y corresponde a la eliminación, casi sin otros síntomas, de deposiciones con estrías o restos de sangre. También se puede manifestar con vómito crónico (que no corresponde al reflujo habitual), diarrea crónica, desnutrición, erupción cutánea intratable y diarrea con deshidratación. En las alergias del primer grupo, mediadas por IgE, se puede medir en la sangre esta sustancia específica para el alérgeno o efectuar un test cutáneo y confirmar el diagnóstico. En las alergias del segundo grupo, mediadas por inmunidad celular, siempre se debe evaluar clínicamente al paciente frente a la sospecha por los síntomas. En este caso se suspenden de la dieta los alimentos que causan alergia y, al pasar el tiempo, se realiza una contraprueba. Se requiere el seguimiento estricto y riguroso por parte del especialista que interprete la evolución y las reacciones a los alimentos en cada caso. Aquí no sirven las mediciones de IgE ni test cutáneos. Actualmente, es frecuente que se solicite el test de sangre oculta en deposiciones. El doctor Peña aclara: “Si el niño sangra de forma visible, obviamente no lo necesita. Y lo confuso, en menores sanos, es que este test puede dar un resultado alterado (un tercio de los casos) llevando a un diagnóstico errado”. Lo principal es eliminar el o los alimentos involucrados en la reacción alérgica. En los niños pequeños que presentan alergia a la PLV se debe elegir una fórmula láctea especial. Y si está con lactancia materna, hay que pedirle a la mamá que excluya de su dieta la leche y sus derivados. La dieta debe ser bien pautada, ya que existen alimentos que contienen PLV y se desconocen. No basta con indicar el no consumo de lácteos. El especialista asegura que la gran mayoría de las alergias que se producen en los primeros 12 meses de vida van cediendo antes de los 4 años de edad, por lo que el pronóstico es bueno. “Sin embargo, aquellas que aparecen más tarde y, en especial algunas como al maní o al sésamo, se mantienen en el tiempo e incluso pueden empeorar”, agrega. Por último, el doctor Alfredo Peña señala que lo ideal es consultar a un especialista cuando exista una sospecha clínica de parte del médico de atención primaria, de familia o del pediatra. “Las alergias con síntomas gastrointestinales deben ser resueltas por un gastroenterólogo, de preferencia, y aquellas con síntomas urticariales, cutáneos o anafilaxia, por un inmunólogo”, señala. [irp posts=»2567″ name=»Diarrea en niños: ¿qué debo hacer?»]
De acuerdo con cifras del Ministerio de Salud, alrededor de un 5,5% de la población infantil puede tener algún tipo de alergia alimentaria, provocadas —frecuentemente— por alimentos derivados de la leche, trigo, huevo, pescado y frutos secos.
Ranking de alergias alimentarias
¿Cómo es una reacción alérgica?
Las mediadas por inmunoglobulina E (IgE):
Mixtas o mediadas por inmunidad celular:
Diagnósticos distintos
¿Cómo tratar las alergias alimentarias?