Los zapatos cumplen la misma función que la ropa: abrigar y proteger el pie de lesiones e infecciones. Los recién nacidos no los requieren. Es recomendable que el primer par de calzado se compre cuando el niño empieza a dar sus primeros pasos, alrededor de los 10 meses. Antes no cumplen ningún rol en el desarrollo de tu hijo.
A continuación, médicos especialistas de Clínica Juan Pablo II entregan algunos consejos importantes para tomar en cuenta a la hora de elegir el zapato adecuado.
Leer artículo completo
¿Qué zapatos debo comprar?
Primero debes saber que el mejor desarrollo del pie ocurre cuando este se encuentra descubierto. Por lo tanto, trata de hacer que tu hijo ande el mayor tiempo posible descalzo, vigilando obviamente los riesgos de accidentes y las condiciones climáticas.
A la hora de elegir los zapatos está claro que no es necesario uno tradicional, al que llamaban “corrector”, el cual es duro, de contrafuerte firme, con taco y de caña alta. Los botines excesivamente “firmes” pueden producir dolor y deformidades en la extremidad.
Actualmente se sabe que el mejor desarrollo del pie se logra con calzados que se acerquen lo más posible a andar descalzo: que sea flexible, plano, no apretado y tiene que haber una distancia del grosor de un dedo entre la punta del zapato y el pulgar. El material debe permitir la “respiración” del pie. Las zapatillas estilo deportivo cumplen perfectamente con esas condiciones.
Una ventaja adicional es que el calzado que tu hijo necesita suele ser más barato que el tradicional, algo importante, ya que en los primeros años es probable que no duren más de 4 meses.
Recuerda:
- Los zapatos excesivamente “firmes” pueden producir dolor y deformidades de en las extremidades.
- Cuando tu hijo comience a caminar son normales las caídas frecuentes y que los pies y las piernas parezcan un poco “chuecos”.
Otras notas relacionadas: