El sueño es probablemente el aspecto más discutido sobre el cuidado infantil. Los padres primerizos descubren su fundamental importancia durante las primeras semanas y meses de vida de su hijo. Y es que la calidad y cantidad de sueño de un lactante afectan al bienestar de toda la familia.

Entonces, ¿cómo conseguir que un pequeño duerma en la cama a pesar del llanto y evasión? ¿Cómo deben responder los padres cuando su bebé se despierta a medianoche? ¿Cuánto necesitan dormir los niños? Conversamos con el Dr. Pedro Menéndez, neurólogo infantil, para dar respuesta a las principales dudas de los padres sobre este tema.

¿Cuál es el ritmo normal de sueño de un recién nacido?

El ritmo normal de sueño de un recién nacido puede depender según se trate de un bebé prematuro o que llegó a término, por lo que es algo muy variable. En promedio, se puede decir que el ritmo va de 3 a 4 horas de sueño con despertares entre esos lapsos, por lo que el ciclo se puede repetir 6 veces durante el día según varíen las condiciones.

¿Cuáles son las condiciones que deben rodear el sueño de un recién nacido?

El requisito principal es que cuente con una cuna preparada de antemano y también es recomendable que durante sus primeros dos meses de vida duerma en la misma habitación de la madre, pero en camas separadas (es decir, el bebé en su cuna). También es importante que los padres se preocupen de que el bebé no esté expuesto a ventanas, corrientes de aire, humedad, calor excesivo, etc.

¿A qué edad el bebé empieza a dormir más de corrido en la noche?

Alrededor de los 4 a 6 meses los niños comienzan a imitar el ritmo de sueño de los adultos reduciendo a 1 o 2 sus despertares nocturnos.

Cuando no se logra esta conducta se produce ansiedad y preocupación en los padres. ¿Qué hacer en ese caso?

El principal problema tiene que ver con el sueño interrumpido y esto siempre se debe a una razón. Puede tratarse de cólicos, cuadros respiratorios y también a madres muy demandantes que toman y pasean a los niños en todo momento. El amamantamiento también es un motivo, ya que no se debe dar «pecho» al niño cada vez que se ponga a llorar. Lo recomendable es encontrar la causa del sueño interrumpido.

¿Existen trastornos específicos en el sueño del bebé?

Existen trastornos inherentes a los bebés entre los que se encuentra el insomnio del recién nacido y el lactante, el cual consiste en que los niños duermen poco, están muy irritables y presentan trastornos de crecimiento en cuanto a talla y peso. Se trata de un problema común y para superarlo es necesaria la asesoría del pediatra o neurólogo infantil para regular los horarios y que el niño los ponga en práctica.

¿Cuál es su opinión respecto a métodos específicos para educar el sueño del bebé?

Me parece bien la idea de que los padres no modifiquen la situación normal de sueño en los niños. El método Ferber fue creado por un pediatra especializado y las técnicas que él plantea son las que más utilizamos en neurología, como por ejemplo, la regulación de los horarios en los niños y la mayor eliminación posible de estímulos externos que puede afectar el sueño de los bebés.

¿Cuáles son los principales errores de los padres a la hora de educar el sueño del bebé?

En general, en Chile se acostumbra que los niños se acuesten en la misma cama de los padres y ese es un gran error, primero porque puede aumentar el síndrome de muerte súbita y segundo porque esta medida afecta el sueño tanto de los niños como de los padres, el contacto físico impide que se descanse bien y aumenta el riesgo de destaparse, golpearse, etc. Otro error tiene que ver con la enorme ansiedad que sienten los padres cuando los niños lloran, sobre todo si esto los altera después de tener un día pesado en el trabajo. Es importante generar normas de higiene que fomenten el descanso de ambos.

¿Cuáles son los principales consejos a los padres para educar el sueño del bebé?
  • No dormir con los niños en la misma cama (la cuna puede estar en la misma pieza de la madre los primeros dos meses).
  • Eliminar estimulaciones externas tales como ruido, calor, humedad, exceso de amamantamiento.
  • Cuidar el entorno donde duerme el bebé, evitando humedad, aire y calor excesivos.
  • Consultar al especialista si el niño tiene alteraciones del sueño para implementar normas de higiene de sueño.