La mayoría de los bebés tienen un fuerte reflejo de succión. Incluso, algunos se succionan el pulgar o los dedos antes de nacer. Y es que succionar suele producir un efecto relajante y calmante. Esa es la razón por la que muchos padres clasifican al chupete como un imprescindible.
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Sin embargo, algunos tienen dudas respecto a si son buenos o malos para el bebé. Los expertos de Clínica Mayo señalan algunos beneficios y riesgos de su uso, los consejos de seguridad importantes y las medidas para ayudar a que tu bebé lo deje en el momento adecuado.
Ventajas
- El chupete puede calmar al bebé, ya que algunos muestran felicidad cuando succionan algo.
- Ofrece distracción temporal. Pueden ser ideales durante las inyecciones, los análisis de sangre y otros procedimientos, o después de estos.
- Puede ayudar a tu bebé a dormirse. Si tiene problemas para tranquilizarse es posible que un chupete sea suficiente. Su uso parece no tener ninguna repercusión en la cantidad de horas de sueño o en el hecho de que el bebé se despierte de noche.
- Puede ayudar a reducir el riesgo de padecer el síndrome de muerte infantil súbita.
- El chupete es desechable. Cuando sea el momento de abandonarlo, tíralo y compra otro.
- Si tu hijo prefiere succionarse el pulgar o los otros dedos puede ser más difícil terminar con ese hábito.
Desventajas
- El uso muy temprano del chupete puede afectar la lactancia. Succionar un pecho es diferente de succionar un chupete o un biberón, y algunos bebés son sensibles a estas diferencias. Algunas investigaciones asocian el uso con una lactancia menos frecuente o, en ciertos bebés, con el fin de la lactancia después de solo algunos meses. Sin embargo, una revisión del uso ilimitado del chupete en bebés saludables que nacieron a término concluyó que no tiene repercusiones en la continuación de la lactancia.
- Es posible que tu bebé se vuelva dependiente del chupete. Si usa uno para dormir es posible que enfrentes crisis de llanto en medio de la noche con frecuencia cuando se le caiga de la boca.
- El uso del chupete podría aumentar el riesgo de infecciones del oído medio. Sin embargo, las tasas de infecciones del oído medio son, por lo general, las más bajas desde el nacimiento hasta los 6 meses de edad, cuando el riesgo de síndrome de muerte infantil súbita es el más alto y cuando tu bebé podría estar más interesado en usar chupete.
- El uso prolongado del chupete puede causar problemas dentales. El uso normal del chupete durante los primeros años de vida no provoca problemas dentales a largo plazo. No obstante, el uso prolongado del chupete puede provocar que los dientes del niño estén desalineados o que no salgan adecuadamente.
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Toma nota de estos consejos
- Espera hasta que la lactancia esté consolidada. Si estás amamantando, la Academia Estadounidense de Pediatría recomienda que esperes para ofrecerle el chupete hasta que tu bebé tenga entre 3 y 4 semanas o después de haber establecido una rutina de amamantamiento eficaz.
- No uses el chupete como primera línea de defensa. A veces, cambiar de posición o mecer al bebé un rato puede calmar el llanto. Ofrécele el chupete a tu bebé solo entre las comidas o después de ellas.
- Elige los chupetes de una pieza de silicona. Los chupetes de dos piezas representan un riesgo de atragantamiento si se rompen. Una vez que elegiste tu chupete favorito, ten algunos reemplazos idénticos a mano.
- Deja que tu bebé marque el ritmo. Si tu bebé no está interesado en el chupete, no lo obligues. Si se le cae de la boca mientras duerme, no vuelvas a colocarlo en la boca.
- Antes de ofrecer el chupete a tu bebé, límpialo bien. Hasta que tu bebé no tenga 6 meses y su sistema inmunitario haya madurado, hiérvelo con con frecuencia. Después de los 6 meses, simplemente lávalo con agua y jabón.
- Resiste la tentación de «enjuagar» el chupete en tu boca. Solo le pasarás más gérmenes a tu bebé.
- No pongas sustancias dulces en el chupete, como azúcar.
- Reemplaza los chupetes con frecuencia y usa el tamaño adecuado para la edad de tu bebé. Presta atención a las partes que estén sueltas o a cualquier signo de deterioro.
- Ten cuidado con los ganchos para chupete. Nunca lo ates a una cinta o correa que sea lo suficientemente larga como para enredarse alrededor del cuello de tu bebé.
- Aunque la mayoría de los niños lo deja por su cuenta entre los 2 y los 4 años, otros necesitan ayuda para terminar con el hábito. Elogia a tu hijo cuando opte por no usar el chupete. Si tu hijo se resiste a dejarlo, considera pedir ayuda al médico o al odontopediatra.
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