Existen varios virus capaces de producir infección intestinal, siendo altamente contagioso y causante de diarrea. Por ello, conviene estar atento y prevenir los riesgos que rondan a nuestra familia.

¿Son frecuentes las diarreas producidas por virus en niños?

Hoy la diarrea aguda es una de las enfermedades más frecuentes en la edad pediátrica y a nivel mundial. Sigue siendo una causa muy importante de consultas ambulatorias y también de hospitalizaciones. El conocimiento sobre las causas de diarrea en los niños fue aumentando progresivamente a partir de la segunda mitad del siglo pasado, pudiéndose identificar numerosas bacterias y virus que podían causarla.

En la década del 50 se lograron cultivar directamente de las deposiciones algunos virus que producían fiebre y diarrea. En los años siguientes se pudo comprobar que las diarreas de los niños causadas por virus eran más frecuentes que las producidas por bacterias, y en la actualidad la experiencia acumulada tras numerosos estudios ha permitido la identificación de varias familias de virus que pueden producir diarrea aguda. Estos virus han sido denominados “virus entéricos”.

Las familias de virus entéricos más estudiadas son los rotavirus, adenovirus entéricos, astrovirus y calicivirus humanos. De todos ellos, los más frecuentes en nuestro medio son los rotavirus, responsables de un 20 a un 50% de las hospitalizaciones por diarrea aguda y deshidratación en la edad pediátrica. La mayoría de los niños de 3 años de edad ya ha tenido algún cuadro diarreico por este virus.

Con una frecuencia menor se presentan los adenovirus y astrovirus, los que en conjunto producen entre el 4 y el 20% de las diarreas agudas. El segundo afecta principalmente a niños pequeños y adultos mayores, y produce característicamente brotes en jardines infantiles y hogares de ancianos. En estos brotes los niños con mayor riesgo de enfermar son los menores de un año.

Entre los calicivirus, el más estudiado ha sido el virus Norwalk que afecta principalmente a adultos, aunque también a niños, y se transmite por el consumo de agua y alimentos contaminados, especialmente mariscos crudos.

¿Cuáles son las características clínicas de la diarrea producida por virus?

El cuadro clínico se caracteriza por vómitos, que pueden ser muy frecuentes e intensos, y que a veces preceden a la aparición de la diarrea. También se presenta fiebre -que en la mayoría de los casos es muy alta y puede sobrepasar los 39 grados C-, dolor abdominal tipo cólico (retortijones), decaimiento intenso y malestar general (parecido a la gripe) y diarrea, que puede ser leve o muy intensa, con deposiciones líquidas abundantes y explosivas. En los casos de diarrea intensa el niño puede llegar a deshidratarse, que es la complicación más peligrosa de esta enfermedad. La diarrea puede durar entre 3 y 10 días (la  infección por virus Norwalk tiene una duración habitual de 3 días; la de rotavirus y astrovirus de 4 a 5 días, y la de adenovirus hasta 10 días).

¿Cuál es el tratamiento de la diarrea viral?

La principal preocupación en el tratamiento del niño con diarrea aguda debe ser mantener una hidratación adecuada. En la gran mayoría de los casos esto se puede lograr en el domicilio, utilizando una solución de hidratación oral (por boca), administrada en forma fraccionada, con volúmenes pequeños según la tolerancia. Las más utilizadas son la solución hidratante Re-H-Sal 60 (la más recomendable por su contenido de sales) y el Pedialyte, que puede utilizarse en diarreas leves. En relación al volumen de solución se debe dar después de cada deposición alterada entre 50 y 100 ml. en los menores de 2 años; entre 100 y 200 ml. de 2 a 10 años, y tanto como lo desee el niño cuando es mayor de 10 años. Si no se logra administrar una cantidad suficiente de solución hidratante en el domicilio y el menor tiene signos de deshidratación, deberá ser hospitalizado.

Junto con la solución de rehidratación oral es necesario continuar aportando una alimentación normal para evitar la desnutrición: continuar con lactancia materna cuando el niño está siendo amamantado, o con los biberones y comidas que el pequeño recibía cuando estaba sano. Aparte de la solución hidratante no se deben utilizar otros líquidos de hidratación, como bebidas carbonatadas, jugos industriales o zumos de frutas, que tienen una alta osmolaridad, o un elevado contenido de azúcares que pueden intensificar el cuadro diarreico.

No hay ningún medicamento útil para las diarreas virales. Los medicamentos que han sido utilizados para el alivio de los síntomas en la diarrea aguda en adultos, como los adsorbentes, antieméticos o antiespasmódicos, no tienen ninguna indicación en niños; más aún estos últimos pueden producir efectos indeseados graves, como la parálisis intestinal por la disminución de la motilidad del intestino.

¿Cómo se puede prevenir la diarrea producida por virus?

En toda institución donde hayan niños deben adoptarse medidas de higiene ambiental: mantener las superficies limpias, libres de materia fecal y fomentar el lavado frecuente de las manos en los que atienden a los niños y en los que preparan los alimentos. No es aconsejable consumir verduras o frutas crudas que crecen a ras del suelo, ni mariscos crudos. Si el agua no es potable, debe hervirse.

Recientemente se dispone en nuestro país de una vacuna eficaz contra el rotavirus, la que debe colocarse en dosis repetidas (2 dosis) antes de los 6 meses de edad. Se espera que esta vacuna disminuya notablemente la frecuencia de episodios diarreicos por rotavirus, así como también los casos graves que requieren de hospitalización.

 

Por: Dr. Francisco Larraín. Pediatra y Gastroenterólogo infantil UC.