Solo algunas décadas atrás los días feriados eran sinónimo de juegos al aire libre, de tiempo destinado a compartir con los amigos del barrio o a pasear en familia.

Sin embargo, hoy el panorama ha cambiado. Los niños prefieren quedarse en casa jugando en el computador, con consolas o en sus celulares, lo que ha provocado que su sociabilidad disminuya, aumente el sedentarismo y el sobrepeso.

Para evitar el abuso de pantallas, Karina Navarro, psicóloga de Vidaintegra, entrega los siguientes consejos:

1-Planificar una rutina

Para que los niños tengan diferentes actividades durante el día, la profesional aconseja pensar de antemano qué harán. “Se pueden mezclar paseos como ir a la plaza, invitar amistades a la casa, cocinar con ellos lo que les guste, andar en bicicleta, entre otros, con lectura o repaso de algunas materias por unos 20 minutos diarios”, dice Karina.

2-Limitar el tiempo frente a las pantallas y controlar qué hacen

“La edad ideal para que un niño esté por primera vez frente a las pantallas es alrededor de los 5 años. El tiempo de exposición no debe superar una hora. Si se trata de un adolescente, se sugiere entre 1 a 2 horas”, afirma la especialista.

Y agrega: “Es muy importante que los padres sepan qué juegos prefiere su hijo, ya que hay algunos que tratan sobre la muerte e implícitamente hay en ellos ideas suicidas, por ejemplo. Esto puede confundir a los niños más pequeños, ya que les cuesta diferenciar la realidad virtual de la real”.

3-Aprovechar el tiempo para compartir en familia

“Construir un sentido de pertenencia es vital en la niñez y en la adolescencia. Una manera de hacerlo es viendo fotos y videos familiares, y visitando parientes. Esto, además, evitará el aislamiento de los menores en sus dormitorios”, señala la profesional.

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4-Los adultos debieran incorporarse a los juegos de los niños

De esta forma se creará una relación más cercana y de mayor confianza. Además, “los menores aprenderán a controlar la frustración, ya que tarde o temprano perderán el juego, lo que les servirá para entender que en la vida las cosas no siempre salen como uno quisiera”, añade.

5-Invitarlos a nuestros juegos

Para la psicóloga, la mayoría de los juegos son beneficiosos porque pueden estimular de diferente forma a los menores.“Los individuales hacen que se esfuercen más, ya que solo dependerá de ellos ganar o no, mientras que los grupales ayudan a socializar y a aprender a trabajar en equipo”, aclara. Sin embargo, no todos los juegos de adultos son recomendables, especialmente aquellos en que se apuesta algo o si se juega con personas que no están acostumbradas a cambiar su lenguaje o no saben diferenciar qué temas de conversación se deben tener frente a un menor. “Los ideales son aquellos en que participa toda la familia, como las cartas, el dominó o el Monopoly, ya que estimulan el desarrollo cognitivo, pero siempre con los padres presentes y sin apostar”, concluye.

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