Nadie dijo que ser mamá fuera fácil, sobre todo cuando nuestros hijos entran a la adolescencia y se ven enfrentados a la ruptura del vínculo entre sus padres y a la aparición de una nueva mamá.  ¿Qué debemos y no debemos hacer cuando nuestra pareja aporta el o los suyos al grupo familiar y asumimos hijos que no son nuestros?

Según Paulina Pérez, psicóloga de Vidaintegra, con los hijos no biológicos lo más probable es que debamos enfrentar un rechazo en los primeros acercamientos. “No hay que tomarlo a pecho porque es natural, el niño está viendo que esta persona le está robando la atención de su papá, es una amenaza”.

La clave es tener paciencia, ya que se debe hacer un proceso de adaptación que pudiera durar, si viven juntos, de uno a dos meses y si solo se ven los fines de semana, unos cuatro. Con los adolescentes el tiempo es mayor, ya que son más rebeldes. “Pero no se debe esperar sin hacer nada. Por el contrario, la mamá debe jugársela para ganar su cariño y respeto”, agrega.

¿Qué hacer?

1-Realizar actividades entretenidas con el o los nuevos hijos. Se debe buscar una forma de integrarse a sus mundos, para que tengan un lenguaje y experiencias en común. “Por ejemplo, ver sus programas favoritos, jugar o practicar algún deporte. Esto les llega más que las conversaciones”, explica.

Se deben elegir juegos o actividades que la mamá también disfrute, para que la alegría y la diversión sean reales. “Los menores se dan cuenta si ella está entretenida o si lo hace solo para ganárselo o controlarlo”, añade.

2-Evitar corregir o educarlos. Solo se deben poner límites cuando el niño la agreda verbal o físicamente. “Si le grita, le tira algo o le falta el respeto hay que llamarle la atención. Sin embargo, si está haciendo algo que no le gusta pero no es grave, no puede poner límites, porque ella no lo ha criado y debe aceptar su forma de vivir”.

3-El papá debe estar de acuerdo con su pareja y estar a cargo de la crianza. “Primero, la nueva mamá debe generar apego, es decir, convertirse en una persona significativa para los hijos, y luego de conseguirlo, podría empezar a poner normas”, dice Paulina.

4-Ser cariñosa, escucharlo cuando hable, mirarlo a los ojos de manera cálida e interesada y dar respuesta a sus inquietudes. “Generar conversaciones con el niño, que se sienta importante”, añade.

5-Evitar usar el celular cuando se esté con el niño o el adolescente. Eso hace que se sientan menos considerados.

6-Tener una mascota y compartir el cuidado. Es algo que sirve para generar lazos, porque el animalito requiere cariño y preocupación.

La especialista hace hincapié que con los adolescentes hay que tener más paciencia. “La nueva mamá debiera investigar lo que es la adolescencia y qué implica. Que el joven no le cuente sus cosas y prefiera a sus amigos antes que a los papás es normal, debemos aceptarlo sin molestarnos. Además, escucharlo sin presiones, darle un poco más de libertad y buscar temas en común o actividades en las cuales el papá esté incluido, porque los jóvenes saben que ella se los quiere ganar”, agrega.