Aunque suene majadero, los expertos no se cansan de repetir la importancia fundamental de la fotoprotección en niños y adultos para prevenir el cáncer de piel. Y es que los datos al respecto son bastante claros:

  • Un metanálisis de 51 estudios demostró que tener una quemadura solar durante la infancia aumenta al doble el riesgo de desarrollar melanoma en la edad adulta.
  • Otro estudio demostró que el uso de protección solar regular durante los primeros 18 años de vida reduce la incidencia de carcinoma basocelular (cáncer de piel más frecuente) y de carcinoma espinocelular en hasta un 78%.
  • La radiación ultravioleta acumulada en la vida es recibida entre un 50% y 80% antes de los 18 años de edad.

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