7 factores que producen obesidad infantil
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha catalogado la obesidad infantil como la mayor crisis de la salud pública en el mundo. En su informe de 2016 indica que se registraron 41 millones de niños menores de 5 años con sobrepeso u obesidad.
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“Lo más preocupante es que las condiciones de salud que antes se asociaban casi exclusivamente a los ancianos, tales como la diabetes tipo 2, están siendo diagnosticadas en niños, debido principalmente a la creciente prevalencia de la obesidad infantil”, detalla Carolina Navarro, académica de la Escuela de Nutrición y Dietética de la U. Andrés Bello. Según la nutricionista, “la obesidad infantil es una patología que tiene como origen una cadena causal compleja, de origen multifactorial, en la que interactúan factores individuales, genéticos, conductuales y ambientales, incluyendo estilos de vida, así como determinantes sociales y económicas”. Alrededor del 95% de los casos corresponden a obesidad primaria y solo un 5% a obesidad secundaria (disfunción endocrina, daño cerebral o enfermedades hereditarias). Existen múltiples factores determinantes de sobrepeso y obesidad en los niños, los que detalla la académica de la UNAB: La obesidad humana está determinada por múltiples genes (poligénica) que interaccionan entre sí y con su medio ambiente. El mapa genético ha detectado más de 500 genes, marcadores y regiones cromosómicas asociadas o ligados al fenotipo de la obesidad. Aumento de peso excesivo durante el embarazo, madre mayor a 35 años, nivel socioeconómico bajo y malos hábitos alimentarios. Lactancia artificial, malos hábitos alimentarios, sedentarismo, alta ingesta de bebidas azucaradas y baja ingesta de lácteos. Se ha comprobado que el efecto protector de la lactancia materna contra la obesidad infantil está positivamente relacionada al tiempo de amamantamiento. Esto debido a que la leche materna posee menor contenido de proteínas, lo que disminuye la secreción de insulina y de IGF-1. Esto reduce el almacenamiento de grasa y desarrollo adipocitario. Diversos estudios muestran que existe una estrecha relación entre el número de horas de televisión y la prevalencia de obesidad. Esto se relaciona con el impacto que tiene la televisión con sus avisos publicitarios sobre la ingesta alimentaria y generación de hábitos. De tal modo, se promueve una alimentación excesivamente rica en grasas y carbohidratos, a lo que se suma el sedentarismo de la TV y de los videojuegos. Varias investigaciones señalan la importancia que tiene el calcio de la dieta en la regulación del peso corporal. El ingreso de calcio al adipocito está inversamente relacionado con la ingesta de calcio y se ha visto que un mayor ingreso intraadipocitario producto de una baja ingesta favorece el almacenamiento de triglicéridos. Mediante la incorporación de la cantidad de calcio dietario adecuada se inhibiría en parte la lipogénesis y se activaría la lipolisis, promoviendo la baja de peso corporal. La ingesta de este tipo de productos se ha incrementado en la población infantil en los últimos años, llegando a aportar cerca del 10% de las calorías totales diarias. Diversos estudios establecen una relación directa entre la ingesta diaria y el riesgo de desarrollar obesidad. Por otro lado, el consumo de bebidas azucaradas desplaza a la ingesta de leche disminuyendo el consumo de calcio, proteínas y vitaminas. [irp posts=»2971″ name=»Niños: ¿Azúcar o endulzante?»]
La obesidad infantil es reconocida como una enfermedad por la OMS y se asocia con apnea del sueño, asma, enfermedades cardiovasculares, dislipidemia, hipertensión y diabetes mellitus tipo 2, entre otras.
Tome nota
1) Factores genéticos:
2) Factores ambientales asociados a padres:
3) Factores ambientales asociados al niño o niña:
4) Lactancia materna:
5) Horas de TV y videojuegos:
6) Baja ingesta de calcio:
7) Alta ingesta de bebidas gaseosas y jugos azucarados: