Aprendizaje de los niños: ¿memorizar o reflexionar?
Una cosa es clara: no hay aprendizaje sin memoria. Por esto es importante desarrollar en el niño desde los primeros meses la capacidad de memorizar. Se puede partir con canciones, letras, números, colores y nombres de objetos.
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Al respecto, creo que es indispensable desarrollar un pensamiento crítico y creativo en los niños desde muy temprana edad. Así se logra un aprendizaje más rápido y una mayor comprensión. El problema es que en algunas escuelas aún se enseñan los hechos de manera aislada, sin integrar los conocimientos y sin comprender el contexto global de lo que se aprende. El año 2013 la Escuela de Educación de la Universidad de Harvard creó el “Proyecto Cero”, que propone algunas estrategias para fomentar el pensamiento crítico y creativo de los niños, así como reflexionar sobre ese acontecimiento. El proyecto propone enseñar los hechos como “un espejo del mundo”, donde la finalidad última sea integrar el conocimiento. Para lograrlo, los programas educacionales deben incluir aprendizajes que los alumnos vivan diariamente, como una noticia o los gráficos estadísticos que aparecen en los periódicos. Con estos datos los alumnos logran pensar y reflexionar sobre cómo estos estudios influyen en las decisiones de las políticas públicas. Otra idea que se propone es que los padres creen en casa un ambiente donde el niño pueda conversar y reflexionar sobre el aprendizaje escolar y las situaciones que ocurren en el hogar, sobre todo en lo referido a aspectos de sus propias vidas. De este modo los padres pueden ayudar a que los niños disfruten de su aprendizaje. También se recomienda que los padres estén con los hijos y que realicen actividades juntos, ya que esto significa un aporte a la vida intelectual de la familia. Cualquier tema puede ser interesante: deporte, cine, museos, juegos, etc. En cuanto al tipo de enseñanza y al tipo de profesor, el «Proyecto Cero» sostiene que «un buen profesor tiene una visión de lo que debe ser enseñado y debe ser coherente con las necesidades de los alumnos. Conocer a sus estudiantes, sus capacidades e intereses, y adaptarlos. Construir experiencias de aprendizaje en que los alumnos estén involucrados y motivados». El poder del docente debe ser «crear una cultura y un ambiente determinado en el aula que fomente el pensamiento crítico y la argumentación”. 1) Cuando lo niños estén mirando un cuadro, leyendo una historia o quizás viendo un fenómeno científico, simplemente formule esta pregunta: ¿qué está ocurriendo aquí?, ¿qué es lo que ves aquí que te hace decir eso?, ¿en qué te basas? Comenzar esta conversación es una rutina muy útil. 2) Solía pensar. Y ahora pienso: Al final de cualquier lección, ya sea de historia o de ciencias, pregúntele ¿qué pensaban antes y qué piensan ahora? Esto refleja su reflexión sobre lo que han aprendido y cómo sus mentes han cambiado. 3) Círculo de perspectivas: Elija un tema, por ejemplo, el colonialismo. Junto a sus hermanos pídales que escojan papeles y que hablen desde esa perspectiva. Un niño podría ser un colonizador, otro un comerciante y otro un nativo del país en cuestión. Es una forma maravillosa de ofrecer a los niños diferentes perspectivas en situaciones complejas y de estructurar conversaciones que los incitan a pensar. Les ayuda a cultivar sus mentes y a tener una comprensión profunda de los contenidos. [irp posts=»6127″ name=»Mi hijo tiene déficit atencional»]
En un principio el aprendizaje se vinculará a los sentidos y a las emociones. Sin embargo, a medida que el niño crece este aprendizaje podría convertirse en algo tedioso y sin emotividad. Y es que muchas veces los alumnos no logran comprender para qué sirve y qué les aporta a su vida lo que el profesor les está explicando y luego deben memorizar.
Proyecto Cero
Ejercicios de aprendizaje
Por: Silvana Di Monte, profesora y psicopedagoga. Escritora y autora del proyecto “Yo, el profesor de mi nieto”.