Las redes sociales forman parte de la comunicación actual entre las personas, sobre todo de niños o adolescentes que pasan cada vez más horas frente a las pantallas. Es en aplicaciones como Instagram o TikTok donde surge un nuevo fenómeno: los filtros de las fotos.
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Esta tecnología permite que los usuarios puedan modificar ciertos aspectos de su físico en las fotos que suben a estas redes sociales: cambiar el color de ojos, levantar los pómulos, aumentar los labios, broncear la piel o aumentar el tamaño de las pestañas son algunas de las ideas que ofrecen estas plataformas. Lo que parece ser un juego entre los usuarios puede tener un impacto grave en su seguridad y forma de relacionamiento, ya que esta práctica establece un estándar de belleza que no se acerca al de la realidad.
Uso y abuso
Susana Saravia, psicóloga infanto-juvenil de Clínica Universidad de los Andes, explica que “el uso excesivo de filtros en las fotos tiene distintas consecuencias que podrían generan un efecto negativo en la autoestima de las personas. Puede producir insatisfacción con la imagen corporal, lo que contribuye a la depresión, ansiedad u otros trastornos de salud mental”.
Este problema es muy relevante sobre todo en la adolescencia (grupo más vulnerable), porque además de usar activamente las redes sociales están construyendo su identidad y se encuentran en un proceso de búsqueda de pertenencia.
“En ese contexto, el uso de estos filtros puede ser nocivo para el refuerzo de su autoestima ya que genera estereotipos, dándole gran importancia a la imagen corporal por sobre otras características que son fundamentales en esta etapa, como las cualidades psicológicas y fortalezas personales”, señala Susana Saravia.
En ese sentido, es importante que los padres conversen con sus hijos, sepan lo que sienten y que observen si existe algún cambio en el comportamiento que pueda ser un signo de alerta.
“Existe una patología llamada trastorno dismórfico corporal y quienes lo padecen no pueden dejar de pensar en los defectos de su apariencia. Es importante que los papás observen si su hijo está extremadamente preocupado por un defecto físico, si tiene comportamientos rígidos, si compara constantemente su imagen con la de los demás o tiene cambios significativos en la alimentación. En esos casos es importante consultar”, explica la especialista.
Toma nota
Susana Saravia entrega algunas recomendaciones para que los padres apoyen a sus hijos:
- Conversar sobre los contenidos que publican en redes sociales y preguntarles si usar filtros es una buena alternativa. Se pueden realizar preguntas para que los hijos reflexionen. Algunas de ellas pueden ser: ¿esto aporta?, ¿te acerca a la realidad?, ¿es necesario? o ¿te inspira?
- Transmitirles que las redes sociales no muestran la realidad tal como es.
- Enseñarles a través del ejemplo. Para esto es vital que los padres practiquen las recomendaciones que les dan a sus hijos.
- Generar horarios o espacios détox de redes sociales, buscando actividades que no requieran usar equipos tecnológicos. Ir al parque, hacer deporte, preparar una receta de cocina son algunas recomendaciones.
- Reforzar las cualidades personales y psicológicas de cada uno, para que se validen desde ese ámbito y transmitirles que lo físico no es lo más importante.
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