Durante la época escolar resulta muy adecuado realizar un control preventivo visual que pueda determinar que todo está en orden. Así descartamos que un problema de este tipo sea la verdadera causa de un bajo rendimiento. Y no el déficit atencional u otros problemas que se tratan con medicamentos que a lo mejor el menor no necesita.

Al respecto, el óptico de Rodenstock José Pablo Pérez explica que “los problemas visuales no detectados en niños suelen manifestarse en problemas de autoestima, desmotivación escolar o un déficit en las habilidades sociales y lo primero que se concluye es que el niño posee un trastorno del aprendizaje, sin embargo lo que realmente pasa es que el menor probablemente tenga alguna dificultad visual”.

Por esto su recomendación es “realizar el primer control oftalmológico de los niños a los 4 años, una buena edad ya  que el ojo aún no se ha terminado  de desarrollar  y el colegio aún no ha comenzado, por lo que hay tiempo para corregir cualquier problema. Hoy en día es muy normal tratar los defectos visuales y el mercado ofrece un sinfín de modelos hechos especialmente para ellos” señaló José Pablo Pérez, óptico de Rodenstock.

Síntomas que hay que tener en cuenta

José Pablo Pérez señala los principales síntomas que hay que tener en cuenta para detectar si  el niño posee algún problema visual. Sin embargo, el control prematuro siempre es recomendable para prevenir mayores enfermedades visuales. Tome nota de lo siguiente:

  • Se acerca mucho a la TV
  • Se frota uno o ambos ojos con frecuencia.
  • Cierra un ojo para leer o mirar televisión.
  • Posición inclinada de la cabeza.
  • Cefaleas frecuentes.
  • Bajo rendimiento escolar.
  • Dificultad para aprender a leer y escribir
  • Entrecierra los párpados para ver mejor.
  • Molestias o intolerancia a ambientes iluminados.
  • Desviación de los ojos.