Padecer de pie plano es una condición muy común y poco peligrosa en niños. No obstante, es importante realizar el tratamiento para cuidar los pies de sus hijos y mantenerse atento al problema.

En las guaguas recién nacidas y niños que están comenzando a caminar, tener pies planos es normal, ya que aún no se ha desarrollado el arco longitudinal de los pies. La mayoría de las personas desarrollan arcos normales cuando alcanzan la adolescencia. Sin embargo, existen algunos niños que a causa de conexiones articulares flojas y grasa entre los huesos de los pies, no despliegan correctamente los arcos longitudinales de los pies.

Dos tipos

La Dra. Paula Guzmán, pediatra, explica que padecer pies planos es una condición en la cual desaparece o disminuye el arco longitudinal del pie. Puede presentarse en uno o en los dos pies del menor. Hay dos tipos de pies planos. El primero es el flexible en el que el arco desaparece exclusivamente cuando la persona está de pie y vuelve a aparecer al levantarlo. Pero el segundo tipo es el más complicado. Se denomina pie plano rígido y se da cuando la persona, indiferente de su posición -de pie o sentado-, carece de arco longitudinal. Éste se presenta en gran parte de los casos con dolor y puede estar asociado a otras condiciones.

“La mayoría de los pies planos son asintomáticos, por lo cual el niño puede desarrollar todas sus actividades sin ningún problema. Cuando presenta síntomas puede existir dolor en el pie, pierna o rodilla, alteración al practicar alguna actividad deportiva o al caminar”, explica la Dra. Guzmán.

Afortunadamente, la mayoría de los casos de pies planos en niños son flexibles. Sin embargo, es importante detectar esta condición lo antes posible y corregirla a través de tratamientos ortopédicos.

Detección y tratamiento

La pediatra Guzmán advierte que esta condición se puede detectar a partir de los 4 años de edad. El examen del pie es suficiente para que el médico realice el diagnóstico. “En el caso de un pie plano rígido, el diagnóstico debe ser más minucioso. Se deben tomar radiografías y determinar si se deben realizar más exámenes para descartar coalición tarsal o alguna lesión en el tendón aquiliano”, expresa la pediatra.

Acerca de los tratamientos que se deben realizar para los pies planos, la Dra. Guzmán revela que en la mayoría de los casos de pies planos flexibles y asintomáticos no se realizan mayores tratamientos. “En el caso de que sea flexible y presente dolor se puede aliviar con la ayuda de una plantilla ortopédica que se utiliza para conservar el arco del pie estando de pie”, explica.

En el caso del pie plano rígido y sintomático con coalición tarsal, el tratamiento comienza con reposo y posiblemente utilizando una férula. Si el dolor no mejora, es posible que sea necesario practicar una cirugía y corregir la condición, aunque la Dra. Guzmán explica que esto se da en muy pocas ocasiones.

Muy importante

  • Conviene que los niños caminen descalzos sobre terrenos blandos e irregulares.
  • Elijamos bien su calzado. Zapatos apretados, pequeños o mal diseñados para la forma de su pie son desaconsejables.
  • Durante el crecimiento del niño puede haber variaciones irregulares en la forma de sus pies, pero casi siempre suelen corregirse espontáneamente.
  • A partir de los 3 años los pies tienen arcos ya definidos.
  • Las plantillas y zapatos ortopédicos (en los pies planos) no resuelven el problema, sólo mitigan las molestias. Para los pies planos, es conveniente ejercitar el pie y caminar descalzos por terrenos blandos, arenosos e irregulares, que obliguen al pie a hacer fuerza, a practicar la garra, a adaptarse al terreno.