Los niños tienen ante todo ganas de jugar, divertirse y disfrutar, ya sea manipulando, imaginando aventuras o reproduciendo a su manera escenas de la vida cotidiana. Además de divertirse, el niño encuentra en el juego una forma de aprender normas de comportamiento, sentimientos, maneras de afrontar y solucionar situaciones en las que se ve inmerso.
Una buena idea para la hora del juego entre padres e hijos son los títeres. Los niños saben este tipo de juguetes no están vivos. Sin embargo, hablan con ellos y les hacen caso como si fueran personas reales.
Los títeres ayudan a:
Desarrollar la creatividad e imaginación: Los niños pueden crear sus propias historias, decidiendo qué dirán los títeres o qué acciones representarán. Es una actividad que invita a que la imaginación vuele.
Incrementar la capacidad de atención: Estimula la concentración del niño, tiene que mantenerse atento, tanto para crear sus personajes como para idear las historias.
Educar en valores: Muchos cuentos que se representan con títeres hablan de valores como la tolerancia, la generosidad o la bondad. Suelen transmitir un mensaje positivo a los niños.
Aprender jugando: Amplían el vocabulario del niño, estimulan la comprensión, la expresión, la lógica y la memoria.
Favorecer la empatía: Ayudan a los niños a ponerse en el lugar de otras personas y valorar los sentimientos que ciertas acciones pueden producir.
Favorecer la seguridad en sí mismos: Ayudan a los niños más tímidos a abrirse y a comunicarse, ya que esta actividad facilita la comunicación, tanto verbal como no verbal.
Estimular la motricidad fina: Al ponerlos en movimiento trabajan sus habilidades motoras con las manos y dedos, practicando de esta manera la coordinación viso manual.
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Entretención para cualquier edad
Antes de los 18 meses, si bien los niños aún pequeños para poder utilizar títeres pueden interactuar con ellos. Al acercarlos pueden intentar tomarlos. Les interesan sus movimientos, formas y colores. Ayudarán a estimular su desarrollo sensorial, ya que les atrae todo aquello que ven y escuchan.
Luego, entre los 18 meses y 3 años, los niños ya pueden tomar los títeres y copiar lo que hacen los adultos con ellos, imitando acciones y lenguaje.
Desde los 3 años ya tienen el desarrollo suficiente para jugar a inventar pequeñas historias.
Y a partir de los 5 años es cuando más se potencia la imaginación y la creatividad de los niños con el uso de los títeres. Son ellos los que deciden qué dirán los títeres o qué acciones representarán.
Ideas de juegos
Puedes usar títeres cuando les leas cuentos simples con alguna acción. Por ejemplo: saltar, esconderse.
Otra buena idea es hacer que el títere le hable a tu hijo: «Hola, me llamo Carla, ¿Cómo te llamas? Pamela. Qué bonito nombre. ¡Qué bonita camiseta llevas puesta Pamela! Me gusta el conejito que tienes dibujado en la camiseta».
Puedes hacer que el títere le cante una canción sencilla. Utiliza una voz especial para el títere.
Anima a tu hijo a contestarle al títere, respondiendo a sus preguntas y haciéndole preguntas a él.
Utiliza títeres para los dedos para que el niño practique moviendo los dedos uno a la vez.
Ideas de títeres
En el comercio existen numerosos modelos de títeres para jugar con niños, de distintos valores. Pero, además, tú misma puedes fabricar este juguete de manera fácil en tu casa. Toma nota de estas ideas:
Títere de calcetín: Utiliza un calcetín viejo y limpio. En la punta del calcetín, cose los botones para hacer ojos y una nariz. Pega o cose un pedazo de la tela roja para hacer la boca.
Títeres para los dedos: Córtale los dedos a un guante viejo. Dibuja caritas en los dedos con un plumón fino. Pega lana para hacer el pelo.
Títeres de bolsa de papel: Dibuja una cara divertida en una bolsa de papel y haz un hoyo para la nariz (es el dedo).
Por: Centro de Audición, Lenguaje y Aprendizaje Comunica. Fono: +562 2220 3474. www.comunica.cl
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