Es frecuente que las familias con niños con síndrome de Down se preocupen por el futuro de sus hijos en el sistema escolar integrado o especial. Esto desde la perspectiva de quienes tienen a cargo el proceso de aprendizaje de ellos.

“La legislatura y, en especial, las adaptaciones curriculares, son bien amplias cuando de integración se habla. Pero hay que concientizar a la población que muchos de estos niños, a diferencia de lo que se creía antes, están deseosos de aprender nuevas cosas. Su necesidad principal es que se las muestren y enseñen adaptadas a sus capacidades”, subraya Claudia Figueroa, académica de la Escuela de Fonoaudiología de la U. Andrés Bello.

Tres puntos esenciales

Según la fonoaudióloga, es necesario un cambio de paradigma. Al menos hay que entender tres puntos importantes en el aprendizaje en niños con requerimientos “especiales”, especialmente con síndrome de Down:

  1. Cada individuo posee potencialidades, las cuales si son evidenciadas, pueden promover en él un motor importante para desencadenar habilidades y aprendizajes progresivos de buena calidad. Hay que descubrir las potencialidades de cada niño y desde ahí promover su aprendizaje positivo.
  2. Todos somos “especiales”, pues no nos gustan, necesariamente, todas las disciplinas del saber. Sin embargo, podemos ser muy hábiles en requerimientos diversos que los pongan en ejercicio si la actividad para ello es motivadora. Hay que buscar contextos enriquecidos para aprender, y para ello, nada mejor que lo más cercano para aplicar los conocimientos in situ.
  3. La sala es un universo de posibilidades, pero en el caso de niños en que lo que se desea es promover un aprendizaje más enriquecido. Se sugiere siempre, regular y reforzar de manera propositiva y clara los aprendizajes. Para este punto lo ideal es cotejar constantemente los aprendizajes desde ellos mismos. Buscar modalidades de aprendizaje más concretas y mediadas que logren en los niños estrategias más amplias y claras en que puedan dar a conocer lo aprendido.

“Con estos tres puntos, el logro de los contenidos no solo se facilita, sino que además se logra individualizar. Con ello, promovemos desde un punto más inclusivo del saber lo que es esperable para cualquier sala escolar”, concluye la académica de la UNAB.