¿Me lees un cuento? Esta debe ser una de las peticiones más clásicas de niñas y niños en todo el mundo, en especial antes de dormir. Y tras ella hay mucho más que un deseo de entretenerse, de generar un instancia que induce al sueño o tener la atención de parte de su papá, mamá u otro cuidador. Detrás de esta petición hay una conexión profunda con el deseo y el entusiasmo por aprender.
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Mónica Lepín, educadora de párvulos, autora y editora de
Caligrafix, explica que el leer en voz alta es una experiencia profunda que deja múltiples beneficios tanto para el narrador como para quien escucha.
“Contar y narrar historias es un excelente ejercicio porque estimula la imaginación y creatividad en niños y niñas. Además, estimulamos los niveles del lenguaje, el conocimiento de nuevos términos y palabras que podrán ir agregando a su vocabulario”, enfatiza.
Por otro lado, cuando se le lee a un niño o niña en voz alta, esto permite que puedan escuchar cómo se expresa una idea en una oración, cómo se usan los artículos, sustantivos y adjetivos, entre otros. Por ende, los ayuda en la morfosintaxis, entendida como la disciplina que estudia las reglas morfológicas y sintácticas de una lengua.
“Además, el leer en voz alta también ayuda en lo fonológico, es decir, a reconocer de una forma óptima el sonido de las letras, así como también a la comprensión lectora”, destaca.
Otros beneficios de leer en voz alta
- Motiva a los niños a tener el hábito de la lectura.
- Permite que niños y niñas generen habilidades sociales.
- Favorece la concentración.
- Genera confianza en los menores.
- Se conectan con las emociones.
- Se genera un vínculo entre quien lee y quien escucha.
- Potencia la expresión oral y, por lo tanto, la pronunciación.
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