A principios de los años 80, un biólogo de la Universidad de Harvard llamado Edward O. Wilson propuso una teoría llamada biofilia, la cual plantea que los humanos se sienten instintivamente atraídos hacia su entorno natural. Pero muchos padres del siglo XXI cuestionarían esta teoría, ya que ven a sus hijos expresar una clara preferencia por sentarse en un sofá frente a una pantalla en lugar de jugar afuera, en contacto con la naturaleza.

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