“En verano, con el sol y el calor, los insectos como los mosquitos, abejas o avispas, son más activos porque se encuentran en su etapa de proliferación, lo que incrementa el riesgo que sufrir alguna picadura, y, en consecuencia, contraer alguna enfermedad. Por ello es que es de suma importancia tomar precauciones que ayuden a evitar estos episodios”, sostiene el infectólogo de Clínica Ciudad del Mar, Dr. Werner Jensen.
Generalmente, cuando las picaduras son causadas por pulgas, mosquitos, chinches y ácaros, aparte de la roncha, se comienza a sentir ardor y picazón en la zona afectada. Cuando son producto del ataque de abejas, avispas, arañas o alacranes, surgirá una lesión cutánea y habrá un intenso dolor. “Dependiendo de la persona que sufre la picazón o mordedura, habrá una reacción alérgica más severa o incluso una reacción anafiláctica que puede ser mucho más grave”, explica el Dr. Jensen.
Cómo reconocerlas
Por lo general, este tipo de afecciones se distinguen porque se produce una reacción inflamatoria local en la zona de la picadura, denominada roncha o habón. Además, hay un aumento de calor, enrojecimiento y también dolor, aunque este último no siempre está presente.
La mayoría de las veces, la reacción inflamatoria desaparece en 48 horas y no requiere consulta médica. No obstante, hay personas que tienen antecedentes de alergia o desarrollan cuadros de mayor compromiso cutáneo con varias lesiones, picazón o edema; en tales casos, se aconseja consultar con algún especialista y usar antihistamínicos y/o corticoides.
“Existen casos más severos donde se presentan problemas para respirar, hipotensión arterial o fiebre. Si esos síntomas se manifiestan, hay que acudir lo más rápido posible a un servicio de urgencia, pues se puede tratar de un shock anafiláctico y el paciente puede estar en riesgo vital”, indica el infectólogo.
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Tratamiento y precauciones
El procedimiento va a depender de las características y severidad de la herida: Si es leve, basta con compresas frías o hielo local, además de crema para el prurito. Si es moderada, aparte del tratamiento local, se puede recurrir a antihistamínicos orales. Si es grave, donde hay una reacción anafiláctica, evidencias de muerte de tejido o compromiso de órganos por veneno, hay que ir a un centro asistencial y dejar hospitalizada a la persona.
“Es importante recordar que las lesiones cutáneas no deber ser rascadas, pues se puede producir infecciones a causa de bacterias y que requerirán de consulta médica y tratamiento antimicrobiano”, puntualiza el Dr. Jensen.
Evitar la picadura
En ese sentido, es importante tomar una serie de medidas no solo para evitar las picaduras de insectos, sino poder reducir el riesgo de adquirir infecciones. Ante ello, el Dr. Werner Jensen entrega una serie de consejos:
- Contar con un botiquín de emergencia, sobre todo cuando hay casos de cuadros alérgicos.
- No acercarse a los nidos abejas, avispas y, sobre todo, no provocar a los insectos.
- Vestir ropa blanca o clara, que cubra los brazos y piernas.
- Usar repelentes.
- Consultar con el médico de cabecera sobre las recomendaciones en esta materia, previas a salir de vacaciones.
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