Evitar el contagio con ciertos virus y bacterias es la principal medida de prevención contra la gastroenteritis, que consiste en la inflamación del tracto gastrointestinal y que es una de las enfermedades más habituales en niños durante las vacaciones de verano.
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La Dra. Paula Guzmán, jefa de Pediatría de Clínica Universidad de los Andes, explica que «durante el verano se consumen muchos alimentos crudos como frutas, verduras, pescados y mariscos. Por eso, la recomendación es lavar muy bien las frutas y verduras, y cocer los pescados y mariscos. Además, durante las vacaciones hay que tener especial cuidado con el agua que se ingiere, ya que de no ser potable esta debe ser hervida antes de su consumo”.
Síntomas
La gastroenteritis dura entre tres a siete días y puede tener los siguientes síntomas:
- Deposiciones líquidas
- Vómitos
- Malestar general
- Dolor abdominal leve o moderado
- Fiebre
Qué hacer
Si un niño presenta estos síntomas, la especialista aconseja tomar abundante líquido durante el día, de manera fraccionada. Puede ser agua potable, mineral sin gas, agua de cocción de manzana o sales hidratantes indicadas por el pediatra.
“Cuando el niño se encuentra deshidratado, no logra tener la ingesta adecuada de líquidos, tiene mucha pérdida por exceso de diarrea o vómitos, presenta diarrea con sangre o tiene fiebre muy alta o por más de dos días, debe consultar al médico para que este defina si requiere otro tipo de tratamiento u hospitalización”, asegura la Dra. Guzmán.
La gastroenteritis suele darse por ingerir alimentos en mal estado, principalmente si están crudos, como carnes, mariscos y huevos. Por eso, es fundamental el lavado frecuente de manos al cocinar y luego de ir al baño, junto con mantener medidas básicas de higiene al manipular alimentos. Asimismo, evitar el contacto con otros niños que tengan la enfermedad.
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