Estas fiestas de fin de año son diferentes tanto para los padres como para los hijos. La pandemia vino a irrumpir nuestro espacio y ha modificado la forma de relacionarnos con los seres queridos. Y es que el retorno a la fase dos, en la Región Metropolitana, fue algo inesperado que, además, genera mucha incertidumbre y frustración. Estos sentimientos muchas veces son traspasados a los hijos.

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