La lactancia materna es un proceso biológico y cultural natural que se practica incluso antes de Cristo. Los griegos asociaban mitos a la lactancia y con esto creían que había una conexión directa entre el útero y la mama. Se creía que la leche materna era la sangre menstrual modificada y que seguía formando un ser extra-útero hasta los 2 o 3 años, tiempo en el que se amamantaba en aquella época a los niños. Es así como cobró vida la figura de la nodriza, un rol que se mantuvo presente hasta iniciado el siglo XVII, época en la cual se comenzó a valorar la leche materna como el alimento idóneo para el recién nacido y mejor aún si es recibido de su propia madre.

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