Debido a la crisis sanitaria, hoy no es tan fácil ir al mall y comprar la ropa que uno necesita. Definitivamente no se puede, ya que muchos centros comerciales de Chile permanecen cerrados desde hace bastante tiempo.
Este escenario es una dificultad para aquellas mujeres embarazadas que ven, poco a poco, cómo su ropa comienza a quedarles muy ajustada por el crecimiento de la guatita y los cambios corporales que se van produciendo a medida que avanza la gestación.
Marcela Correa, docente de la carrera Diseño de Vestuario Duoc UC Sede San Carlos de Apoquindo, explica que la solución es hacerle unos pequeños ajustes a aquellas prendas que ya tenemos en nuestro clóset, con el fin de extender su vida útil durante el embarazo.
Detalla que las prendas de más fácil adaptación son las calzas, pantalones de franela (tipo buzo), jeans y pantalones en general. Para la zona superior, resulta fácil adaptar poleras, sweaters, chalecos, ponchos, en distintos largos y anchos.
A continuación, la experta de Duoc UC entrega ideas y consejos de vestuario muy útiles que pueden ayudarte si estás embarazada y no puedes comprar ropa.
Pantalones
Calzas y buzos: En su mayoría, si tienen tiro alto, se expanden sin problema convirtiéndose en una gran solución para los primeros meses de embarazo. Solo tienes que cuidar de que no contengan elástico en la pretina. Si es así, solo basta con abrir una pequeña parte de esta y extraer el elástico interno para que tu pretina se adapte sin apretar el abdomen.
Jeans o pantalones de tela: Para los primeros meses puedes añadir un extra de tela por los costados o en la zona central de la cintura.
Cuando el embarazo está más avanzado puedes cortar el tiro delantero del pantalón (de 4 cm. a 10 cm. dependiendo del alto de tiro), agregar una pretina elasticada con otra tela que tengas en casa, o la parte superior de un calzón, para que esta nueva pretina pueda contener el abdomen.
Existe una variedad de accesorios para agregar a los pantalones. Por ejemplo, extensores para la pretina (Belly Belt), banda elástica que afirma mediante una cinta de silicona la zona superior del jeans abierto y luego cubre todo el abdomen (Bellaband) y otros más.
Blusas, poleras o sweaters
Las poleras y sweaters largos son ideales para acompañar todo el embarazo. Si no los tienes, puedes adaptar sweaters cortos agregándoles la parte inferior de una polera o blusa, para lograr una prenda compuesta.
Si tienes poleras o sweaters largos, pero angostos, puedes abrir el costado de cada prenda y agregar alguna tela de tu gusto, o dejarlo como tajalí abierto (abertura final de la manga por encima de la muñeca), con alguna polera o blusa por debajo.
Las blusas pueden ser adaptadas dependiendo de su largo o ancho. Si son muy apretadas o cortas es mejor dejarlas para después del embarazo.
Vestidos (extra)
Los vestidos o enteritos que tengan elástico en la cintura pueden adaptarse con facilidad. Solo basta con extraer el elástico de la cintura.
Vestidos cortos y anchos pueden transformarse agregando un poco de tela al largo delantero o en todo el contorno del ruedo.
Ropa de dormir
La ropa de dormir, por suerte, es más fácil de adaptar. Cuando son pijamas de dos piezas (pantalón + polera o polerón) solo debemos cuidar que el elástico de la pretina del pantalón no sea muy apretado. De ser así, se recomienda sacar el elástico antiguo y agregar uno de mayor medida.
En el caso de no tener elástico se puede agregar una pretina ancha confeccionada de alguna camiseta panty que tengas guardada. Está se adaptará al crecimiento de tu abdomen.
En el caso de pijamas de satín se recomienda guardarlos para después del embarazo, ya que estos son fríos y en algún momento apretarán tu abdomen.
Lo más difícil de adaptar
Las blusas y vestidos entallados, al igual que los pantalones formales y faldas tubo, confeccionados en telas planas (sin elasticidad), son muy difíciles de adaptar.
En general, si combinamos un tejido plano + un entalle ajustado, es una suma casi imposible de adaptar de manera casera.
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