La hepatitis es una infección del hígado que puede afectar a cualquier persona, independiente de su sexo o edad. No obstante, existen dos tipos de virus que se pueden transmitir a un niño a través del embarazo: hepatitis tipo A y hepatitis tipo B:

1-En el primer caso el contagio es poco frecuente, pero se genera al momento del parto, cuando ya no existe la protección del vientre materno y sus anticuerpos.

2-En el segundo caso la transmisión puede evitarse si el hijo recibe los medicamentos necesarios desde el nacimiento. “Si la cantidad de virus en la sangre de la madre es muy elevada es necesario, además, indicar tratamiento farmacológico adicional durante el embarazo, para reducir la posibilidad de contagio”, indica el gineco-obstetra especialista en medicina materno-fetal de Clínica Vespucio, Dr. Francisco Díaz.

En ambos tipos de hepatitis la mayoría de los pacientes no presenta síntomas. Solo en algunos casos existe malestar general, dolor muscular y pérdida del apetito, similar a una gripe. También pueden aparecer ojos y piel amarillos, orina muy oscura y deposiciones sin color.

Riesgos

La hepatitis A produce una alteración en las funciones del hígado, pero de corta duración y completamente reversible, por lo que no genera mayores complicaciones durante el embarazo para la madre. No obstante, si es adquirida por el menor los riesgos son más elevados, principalmente por la alta posibilidad de contagio a los recién nacidos cercanos.

La hepatitis B es más peligrosa, tanto para la madre como para el menor, ya que ambos podrían padecer hepatitis crónica y desarrollar falla hepática o incluso cáncer de hígado.

Tome nota

  • El contagio de la hepatitis A se produce al ingerir algún alimento o agua contaminada con deposiciones.
  • Para prevenir es fundamental el lavado de manos antes de preparar alimentos, antes de comer, después de ir al baño y beber siempre agua potable.
  • La forma de adquirir la hepatitis B es por contacto con sangre o fluidos corporales de una persona infectada.
  • Para evitar el contagio se deben seguir las mismas medidas que se utilizan para prevenir el virus del VIH: uso de preservativo, tener pareja sexual única y no compartir jeringas en caso de tener problemas de adicción a drogas.
  • Para prevenir la infección del recién nacido se administran inmunoglobulinas —anticuerpos exclusivos contra el virus B— y se coloca la vacuna contra el mismo virus.