¿Sabías que existen casos de niños con fallas de pronunciación, masticación y deglución inducidas por un bajo tono muscular en los órganos fonoarticulatorios (labios y lengua) y algunos músculos de la cara?

Hay varias herramientas que podemos aplicar en casa, que permiten el correcto desarrollo de la musculatura orofacial, entre ellas, la introducción de alimentos que puedan succionarse, rasgarse, morderse o masticarse.

Los movimientos que se ejercen al realizar estas funciones permiten que los músculos incrementen su funcionalidad, es decir, su fuerza, agilidad, movilidad y coordinación para masticar y deglutir correctamente, y para tener una buena base motora para la pronunciación.

Demorosos para comer

Actualmente encontramos niños que mantienen el hábito de tomar mamadera por largos períodos de tiempo, inclusive después de los 12 meses, cuando se recomienda el uso del vaso o bombilla. Usualmente muchos de estos niños rechazan alimentos sólidos y buscan comer más papillas o licuados, lo cual no favorece al fortalecimiento de la musculatura orofacial.

Asimismo, podemos observar algunos casos de niños que se tardan hasta dos horas comiendo porque mastican muchas veces el mismo alimento. En este tipo de conductas debe estudiarse y buscar su posible relación con una baja tonicidad en los músculos de la cara.

Los niños que presentan este tipo de alteración suelen fatigarse rápidamente de masticar y posiblemente es por esto que tardan tanto tiempo comiendo.

Programa alimenticio

Los niños que tienen bajo tono muscular en los órganos fonoarticulatorios suelen presentar fallas de pronunciación, ya que la funcionalidad de los mismos está limitada. Para articular correctamente un sonido del habla es necesaria la buena movilidad y coordinación de la lengua y los labios.

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La fuerza muscular de la cara y de la boca es posible estimularla a través de un programa alimenticio en el que se introduzcan los alimentos adecuados en el momento preciso, que permitan la succión, desgarre o masticación de los mismos.

A continuación se presenta la introducción de alimentos según su textura, enfocado en el método Baby Led Weaning (BLW) y en la Organización Mundial de la Salud (OMS), clasificándose por edades. Esta información es de referencia general sobre las comidas que permiten ejecutar acciones para desarrollar adecuadamente la tonicidad orofacial y así evitar fallas de masticación, deglución y/o pronunciación por bajo tono muscular.

Edad de Introducción de Alimentos según su Textura

0 – 6 Meses

Lactancia materna o fórmula de inicio.

6 – 9 Meses

Si se introducen los alimentos siguiendo el método de Baby Led Weaning (BLW) a partir de esta edad se ofrecerán distintas texturas y alimentos, similares a las que come el resto de la familia. Se ofrecerán trozos que puedan chupar o rasgar con las encías (manzana, pera, durazno, melón, palta/aguacate, tomate, brócoli, queso, carne en tiras, pollo desmechado, papa, zapallo, plátano, etc. Frutas pequeñas necesitarán ser trituradas o picadas para evitar asfixia o ahogamientos. Se puede ofrecer zanahoria en trozos cocidos. Aún no podrán desgarrar las carnes (igualmente se les ofrecen tiras para chupar y se licuan en preparaciones) ni masticar efectivamente vegetales fibrosos o muy duros. Si se introducen los alimentos siguiendo el modelo sugerido por la OMS, se inicia con alimentos suaves como purés y papillas, que puedan comerse con cuchara.

9 – 12 Meses

Se seguirán ofreciendo distintas texturas y mayor variedad de alimentos. Con la erupción dental podrán desgarrar las carnes y se podrán ofrecer alimentos más fibrosos como la piña o trozos de choclo que vayan masticando. Según el modelo de la OMS se debe progresar la consistencia a trozos pequeños, que puedan tomar con sus manos y llevárselos a la boca. Ejemplos: trozos suaves de frutas y/o vegetales (melón, plátano, manzana, durazno, coliflor, brócoli), trozos pequeños de pan, carnes (carne y pollo) y cereales.

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12 – 36 Meses

En ambos modelos (BLW y OMS) se espera hasta el año de edad para ofrecer zanahoria cruda y espinacas crudas debido al contenido de nitritos que contienen que puede originar metahemoglobinemia. Según el modelo OMS se debe progresar e introducir alimentos alergénicos (pescados, huevos, cítricos como naranjas) e incorporar poco a poco en la mesa familiar (comiendo lo mismo que el resto de la familia), así como alimentos que requieran ser masticados (carnes, vegetales, legumbres).

Más de 36 Meses

Nueces enteras, uvas enteras, salchichas, trozos de zanahoria redondos (se evitan antes de esta edad por el riesgo de ahogamiento, pero se pueden ofrecer en otra presentación como picados en cubitos de menor tamaño), frutas enteras como manzana, pera, sandía, que puedan morder y desgarrar, estimulando la musculatura perioral.

Ojo con la lactancia

Es importante mencionar que la lactancia materna, en caso de poder ejecutarla de manera satisfactoria, se debe prolongar desde la primera hora de nacimiento del bebé, hasta los 2 años de edad por lo mínimo, ya que la succión del pecho materno, estimulará también toda la musculatura oral y perioral.

Consulta con el pediatra

Antes de aplicar estas recomendaciones de alimentación complementaria es muy importante consultarlas con el pediatra de nuestro pequeño, ya que será la persona indicada para decidir si está preparado para iniciar un sistema de alimentación como el que se menciona.

Del mismo modo, si se observa que el niño tiene dificultad para masticar, deglutir y/o pronunciar sonidos del habla es necesaria la realización de una evaluación fonoaudiológica, para determinar si existe una disminución en el tono muscular de la cara o los órganos fonoarticulatorios y poder establecer un plan de trabajo adicional para mejorar sus dificultades.

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Por: Gabriela Velasco Szczurek, terapeuta de lenguaje. Directora en Vitálitas. www.vitalitas.cl