Los beneficios de la lactancia materna han sido recogidos ampliamente. Sin embargo, éstos serían incluso mayores en los niños con síndrome de Down. “Reduciría el riesgo de infecciones respiratorias, enfermedad celíaca, obesidad y retraso del desarrollo cognitivo”, según Sergio Jara, académico de Obstetricia de la U. San Sebastián.

Comenta que hay ciertas características que acompañan esta alteración de cromosomas, tales como:

  • hipotonía (disminución tono muscular de un órgano)
  • trastornos de succión-deglución
  • cardiopatías congénitas
  • macroglosia (lengua más grande de lo normal)
  • malformaciones gastrointestinales

Todo esto dificulta la tarea de conseguir una lactancia exitosa, “pero si se aplican ciertas pautas se puede lograr una lactancia exitosa”, precisa el académico de la USS.

Importante al momento de amamantar

  • Los esfuerzos que realiza el recién nacido al succionar el pecho materno son mayores que al succionar el chupete, ayudándose a fortalecer la musculatura facial, mejorando el cierre de sus labios y la coordinación boca-lengua. En un futuro este esfuerzo le ayudará a la articulación del lenguaje y a la masticación.
  • Buscar una posición que sea cómoda para ambos. Puede intentar diferentes posiciones hasta encontrar la que mejor se adapte al niño, quien debe tener el cuerpo bien apoyado para que de esta manera gaste su energía solo en succionar y alimentarse.
  • Una mala técnica o posición puede causar grietas en el pezón, lo que causará dolor y dificultará la lactancia.
  • Para estimular la succión, cuando el niño abra la boca buscando el pezón, acercarlo al pecho e introducir no solo el pezón, sino también parte de la aureola. Esto permitirá una succión más eficaz.
  • Cuando el niño pierda interés por la succión, cambiarlo de pecho y hablarle y mojarle un poco la cara, ya que eso ayudará a mantenerlo despierto y activo.
  • En un comienzo darle el tiempo que necesite para succionar y poner al pecho cada 3 o 4 horas. Luego dar pecho a libre demanda.
  • Los niños que tengan mayores dificultades para succionar pueden beneficiarse del entrenamiento previo con succión no nutritiva. Para esto debe poner el dedo en la boca del niño y favorecer el selle de los labios presionando levemente ambas mejillas con los dedos índice y pulgar simultáneamente.
  • Cuando esté junto al pecho de su madre, mover sus mejillas para delante y para atrás para facilitar los movimientos de succión.

Ser perseverantes

Hay que recordar que en términos generales el proceso de la lactancia materna no es fácil. Es cansador, requiere esfuerzo, entrenamiento y conocimiento entre madre e hijo. Este transcurso se puede ver afectado por “una mala educación sobre lactancia materna, la hospitalización prolongada y el inicio precoz de fórmulas lácteas. Además, el estado de ánimo de la madre con respecto al manejo de la lactancia podría ocasionar estrés, frustración y depresión”, sostiene Jara.

Asimismo, insta a las madres a ser perseverantes, ya que en un comienzo puede ser complejo, pero hay que buscar un ambiente tranquilo y relajado para lograr la conexión tan deseada con el hijo (a).

Si persisten los problemas o inseguridades, siempre es mejor consultar, por lo que el especialista señala que: “las madres deben consultar si tienen dudas, pedir la colaboración de los equipos multidisciplinarios que incluya médicos, matronas, kinesiólogos, enfermeras, fonoaudiólogos y nutricionistas, en la etapa antenatal y posnatal. Y a su vez, asistir a clínicas de lactancia en centros hospitalarios y primarios donde contarán con apoyo continuo. Por esta razón es fundamental asistir a los controles y seguir las indicaciones del profesional especialista».