Un aumento del 70% en consultas dermatológicas tras la pandemia es lo que señalan los especialistas: el exceso de alcohol gel, el uso prolongado de mascarillas, sumado al aumento de las temperaturas serían la tormenta perfecta para generar enrojecimiento, descamación y el más popular de todos: el maskacné.
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¿Pero qué es el maskacné? Los especialistas describen a este tipo de acné como una afectación en el rostro que genera espinillas y otros síntomas que aparece en la nariz, labios, mentón y mejillas, precisamente las áreas cubiertas por la mascarilla. Pero cuidado, hay otros factores adicionales que también podrían incidir, como el estrés y la mala
alimentación.
Según la Dra. Ariana Sánchez, especialista en medicina antienvejecimiento y estética, “se trata de una situación compleja que se va a agudizar con el calor y puede afectar a las personas de piel grasa por el uso de cualquier tipo de mascarilla. Al utilizarse por períodos prolongados, estas mascarillas podrían ocasionar desde infecciones hasta úlceras y granitos indeseados que se agudizan por el calor de la temporada”.
Ciertamente, desde que comenzó la crisis hemos sido testigos de las complicaciones que ha generado el uso de este elemento de protección. En ese sentido, la profesional agrega que una mascarilla sobre la cara supone una necesidad, pero a la vez una agresión, tanto por la oclusión que conlleva como por el roce o contacto en las zonas de ajustes.
Cómo evitar este tipo de acné
- Usar un protector labial luego de lavar la cara, antes de usar la mascarilla y antes de acostarse para evitar labios partidos.
- Evitar usar maquillaje mientras se ocupa la mascarilla, ya que facilita la penetración de los pigmentos del maquillaje.
- Usar una mascarilla adecuada, idealmente hecha de algodón, para que la piel respire un poco y se sienta suave al contacto con el rostro. Debe quedar ajustada, pero sin ser incómoda al usar.
- Lavar las mascarillas reutilizables con agua caliente y jabón hipoalergénico, siguiendo las demás recomendaciones del fabricante.
- Tener un descanso de 15 minutos diarios sin mascarilla cada 4 horas.
- Limpiar y humectar el rostro diariamente, usando un limpiador suave de día y de noche.
Consejos para limpiar la piel a fondo
A lo largo del día se pueden acumular bacterias, contaminación, células muertas, residuos de crema y maquillaje en la piel de la cara, favoreciendo la «obstrucción» del poro y favoreciendo así la aparición del acné. «Así que el primer paso en una rutina eficiente de cuidado de la piel comienza con una limpieza facial dos veces al día», explica Sánchez.
A quienes tienen una piel más propensa al acné se les recomienda utilizar jabones específicos con agentes como ácido salicílico o alfa-hidroxiácidos, y añadir en la rutina de cuidado de la piel el uso de un cepillo de limpieza facial (un ejemplo es Foreo Luna) 3 veces a la semana para que la estimulación de la glándula sebácea no se produzca. «Estos dispositivos ayudan a promover una exfoliación suave de la piel y la limpieza más profunda», destaca.
Consejos para la hidratación
Muchas personas piensa que, al tener una piel más grasa y propensa a la aparición del acné, no debiesen hidratar la zona, algo completamente equivocado. «Como son pieles que necesitan más exfoliación para eliminar el exceso de aceite, la piel puede entender que necesita restablecer ese aceite que se ha eliminado para hidratar la piel. Por lo tanto, lo ideal siempre es optar por productos no comedogénicos (que no causan granos), texturas ligeras como sueros o geles que ayudan en este proceso, evitando el efecto rebote», recomienda la Dra. Sánchez.
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