Coparentalidad: padres y madres unidos en la crianza
En los últimos años vemos algunos cambios en la manera en que los hombres que han sido papás viven su paternidad. Poco a poco, se va alejando aquella imagen del padre distante que pasaba el día trabajando y no se involucraba en la parte emocional del cuidado de los niños. Además, cambios sociales como la incorporación de la mujer al mundo laboral han hecho que los hombres se involucren más en las tareas domésticas y en labores de crianza típicas de los niños. Muchos han descubierto un nuevo rol dentro de la unidad familiar lo que, en gran parte de los casos, les aporta mucha satisfacción. En estos casos hablamos de coparentalidad.
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Sonríe Mamá conversó con Mónica Bulnes, psicóloga y creadora del portal Preguntaleamonica.com, para entender la importancia y los beneficios que tiene el que ambos padres asuman un rol conjunto en la crianza de los hijos. Personalmente la describiría como una asociación entre los padres de un niño. Verse y funcionar como un solo frente. Un equipo que tiene el objetivo común de formar a los hijos para ser adultos íntegros, capaces de construirse un buen destino. Este equipo (los padres), sabe, aprecia y respeta el estilo personal y particular del otro, aprovechando las ventajas que el equipo proporciona a la educación de los hijos. Y cada uno sugiere con cariño a su pareja cuando ve algo que puede mejorarse en la estrategia formativa, siempre bajo una mirada de ser “uno solo” frente a los hijos. En esta coparentalidad, cada uno de los padres tiene tareas diferentes en cuanto al cuidado de la casa y los niños. Pero son capaces de reemplazar al otro cuando por cualquier circunstancia uno de ellos no puede realizar determinada actividad. Desde luego, esto que acabo de describir es lo ideal, por lo que en la realidad los padres no siempre funcionan de esta manera, pero es la meta a la que sería bueno para los hijos que todos aspiraran. Definitivamente se ha avanzado, pero todavía hay un largo camino que recorrer, especialmente en Latinoamérica. Los factores que han propiciado este avance tienen su origen en la inclusión de la mujer al mundo laboral, pues conforme se hizo más frecuente que ambos padres fueran proveedores económicos, se necesitó que los dos también compartieran las responsabilidades del hogar y de todo lo que conlleva la formación de los hijos. La verdad es que ha tomado mucho tiempo para los papás reconocer que el papel que tienen en la vida de los hijos es fundamental y no debería reducirse a ser exclusivamente un proveedor. Las generaciones más jóvenes son un gran ejemplo de cómo manejar una coparentabilidad mejor que las generaciones anteriores. ¡En todo tipo de áreas! Desde la supervisión de los temas escolares de los hijos, hasta en las tareas de limpieza y organización del hogar, pasando por visitas médicas, llevar y traer hijos de actividades extracurriculares, etc. Para quien disfruta de una verdadera “asociación” parental con su pareja, del estilo que describí anteriormente, los beneficios son muchos y en muchos niveles: personal, en la relación de pareja y en el ambiente familiar en general. Cuando compartes las tareas de crianza y cuidado de la casa con tu pareja, las responsabilidades están repartidas entre dos. Y si agregas la tranquilidad que da sentirse apoyada en estas obligaciones, la reducción del estrés y la ansiedad es evidente en la persona. La relación de pareja se ve fortalecida y hay mucho más muestras de consideración cuando se ven como equipo, compartiendo un objetivo común. Todos estos beneficios construyen un ambiente familiar más relajado y positivo, que promueve la colaboración, el respeto y el aprecio por lo que hacen los demás por todos y cada uno de los miembros de la familia. Que algo bueno pase en un área de la vida de una persona le ayuda a tener una perspectiva más positiva y esperanzadora en el resto de las actividades que realiza: el trabajo, la confianza en los demás, la visión general de lo que sucede incluso en lo referente al país o el planeta. De acuerdo con ciertas investigaciones, esta visión optimista mejora el desempeño y la creatividad de la persona, además de su salud física y mental, desde luego. Para las mamás, el fortalecimiento del vínculo en su relación de pareja, al saberse responsable en la misma medida que su compañero de las tareas de casa e hijos, es un motivo de tranquilidad y alegría. Y me atreveré a decirlo: también hay una sensación de justicia que, como lo dije anteriormente, tiene beneficios en todos los aspectos de su vida. El contar con un padre presente y participativo les da a los hijos e hijas una visión y estilo distinto al de la madre, aprendiendo que vivirán experiencias distintas y complementarias en la “vida real”. Cuando los hijos son testigos y disfrutan de una crianza compartida suelen ser más seguros de sí mismos, están dispuestos a tomar riesgos calculados y a explorar lo desconocido con cuidado y responsabilidad. Asimismo, aprenderán del ejemplo de sus padres, tendiendo a elegir una pareja que se asemeje al modelo vivido en casa. Mantener una amplia variedad de actividades en la vida de los hijos alimenta muchas áreas de su desarrollo físico, emocional, cognitivo, etc. Se pueden tomar turnos para leerles cuentos, practicar deporte en familia, convivencia social con amigos (juntarse con parejas que tengan hijos de la misma edad), días de campo con algún juego que involucre aprender o cuidar de la naturaleza. Desde el año 2011 los hombres cuentan no solo con un período de permiso posnatal tras el nacimiento de su hijo o hija, sino que además pueden optar al beneficio que se otorga a través de la Ley de Posnatal Parental. Veamos ambos beneficios en detalle. A-Permiso postnatal Cualquier trabajador con contrato de trabajo que se haya convertido en padre tiene derecho a un permiso pagado de 5 días, el que se puede usar en dos modalidades: B-Posnatal Parental Las madres cuentan con un posnatal que se extiende por 12 semanas (84 días) a partir del día del parto. Después de eso se inicia el llamado “posnatal parental” donde la mujer puede ceder parte de su permiso legal al padre. Este beneficio se puede ejercer de dos formas: Creo que las empresas requieren construir una cultura en donde no solo es aceptable tomar el posnatal masculino, sino que es deseable, aplaudido y reconocido por todos en la organización, pues describe la calidad del talento que labora en la misma. Cuando una empresa identifica que un papá involucrado es un mejor colaborador para la organización, y promueve esta visión en todos los niveles de la misma, el posnatal masculino será gradualmente más solicitado por los nuevos padres de familia. Desde luego, poner con mayor frecuencia estos temas en el “ojo público”, con reportajes, conversatorios, charlas, etc. De este modo, se verá como algo natural, bueno y esperado en una familia. Los papás son los primeros y más importantes formadores de futuros adultos que sabrán compartir la crianza de los hijos y los cuidados del hogar. Tener todas las iniciativas posibles para preparar a estos papás formadores, modelos de conducta, es responsabilidad de todos. Una sociedad sana se refleja en los papás y mamás que la componen. De acuerdo con los expertos de Fonoinfancia, estos son algunos de los principales aportes de los papás a sus hijos e hijas: De acuerdo con la «Guía de paternidad activa para padres» de Unicef, estos son los principales enemigos de la paternidad activa:
Aunque los nuevos papás rechazan el modelo antiguo, con actitudes marcadas por la autoridad y la frialdad, debemos tener en cuenta que los referentes que tienen de sus padres y abuelos están basados en el modelo tradicional y los cambios culturales necesitan tiempo. De hecho, a una década de la entrada en vigencia de la Ley de Posnatal Parental —donde la madre puede cederle semanas al padre— solo el 0,23% de hombres lo ha usado, según lo informa la Superintendencia de Seguridad Social. ¿Qué falta para que esto cambie? ¿Hay reticencia de los hombres y las fuentes laborales? ¿Podría decirse que estamos en una etapa de evolución en la coparentalidad?
Mónica, ¿qué se entiende por coparentalidad?
¿Crees que se ha avanzado en el involucramiento de los papás en el cuidado de los hijos?
¿Cuáles son las tareas en que más se involucran hoy los papás?
¿Cuáles son los beneficios de la coparentabilidad?
¿La coparentabilidad influye positivamente la vida de un hombre?
¿De qué modo la coparentalidad beneficia a las mamás?
¿Cuáles son los beneficios para los hijos?
¿Cuáles son actividades ideales para que los papás nutran la crianza con sus hijos?
Posnatal masculino… en déficit
Mónica, la cifra de hombres que se han tomado el posnatal masculino es mínima. Según tu experiencia con empresas y trabajadores, ¿a qué se debería esta situación?
¿Qué ideas se podrían poner en práctica como sociedad para favorecer la coparentalidad?
¿Qué aportan los papás a los niños y niñas?
Los enemigos de la paternidad activa