Según la psicóloga de Grupo
Cetep, Rosario Morales, “para los adultos es estresante el tema de las vacaciones, pues es algo que se anhela todo el año y requiere de un tiempo prudente para planificarse. Y, según la realidad actual, es difícil planificar algo por el alto nivel de incertidumbre que se está viviendo”.
Esto los niños lo perciben y se conjuga con sus ganas de salir del hogar y disfrutar en un lugar distinto. Por lo que, probablemente, habrá que explicarles que los planes podrían cambiar para estas vacaciones de invierno.
Flexibilidad ante el cambio
La profesional de Centro Médico Cetep destaca la importancia de que «los padres puedan hacer partícipes a los niños en cuanto a los planes. Si no se puede salir en vacaciones de invierno, se pueden hacer actividades recreativas con ellos que sean de su interés y generar un disfrute y goce importante para todos, fomentando el bienestar en todos los miembros de la familia”.
Muchas veces, para los adultos es más difícil que para los niños dejar partir planes que tenían desde hace meses. Los niños tienen una flexibilidad mental que, en ciertas ocasiones, podría favorecerlos para enfrentar este tipo de situaciones. Esto quiere decir que los cambios se podrían plantear como una posibilidad de descubrir cosas nuevas, haciendo énfasis en lo positivo de la situación.
Descansar… de verdad
Otro aspecto para considerar es el descanso en las vacaciones de invierno. Este contexto se ha caracterizado por la falta de desconexión. El teletrabajo, sumado a los pasatiempos y la vinculación con seres queridos se ha realizado atrás de una pantalla, por lo que el cansancio se siente de mayor manera. Es difícil desconectarse y requiere de un esfuerzo mayor, pero es necesario y posible.
“Es importante poder darse un tiempo individual y para los niños. Ellos también se han expuesto a una rutina sin mayores descansos y es importante poder ayudarlos a desconectarse. Hay múltiples actividades que les puede permitir descansar de la rutina laboral y escolar, partiendo por los juegos de mesa, actividades recreativas o tiempos de calidad en la vinculación con la familia, para poder darse un respiro de la exigencia a la que nos hemos enfrentado” comenta la psicóloga infanto-juvenil.
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