Para llevar a cabo una exitosa crianza respetuosa es imprescindible que la mamá tenga tiempo de autocuidado. La verdad es que suena muy bien; de hecho, parece una utopía. Es muy difícil encontrar tiempo para llevarlo a la práctica ya que, como madre, siempre se piensa en los hijos antes que en una misma. Pero, aunque tus hijos te necesitan, ellos te necesitan bien. Por lo mismo, es imprescindible que encuentres tus necesidades y que te cuides para sentirte plena.
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¿Qué es el autocuidado?
El autocuidado es la habilidad de ejercer conductas que benefician tu salud, tanto física como mental, que son el resultado de tu bienestar emocional, de distribuir mejor tu tiempo, etc. Gracias a esta reconexión contigo misma, vivirás en calma y podrás llevar a cabo una crianza basada en el amor incondicional y en el respeto.
Se tiende a pensar que el llanto de un niño, sus gritos, su comportamiento, etc. es lo que produce estrés al adulto. Cualquier persona, antes de ser madre o padre, sabe que un niño llora cuando tiene alguna necesidad. Es el adulto el que responde de una forma u otra dependiendo de su estado de ánimo. Es decir: seguramente, si has tenido un día malo, te enfadarás e incluso es muy posible que des algún grito. Si, por el contrario, el adulto se siente en paz, se siente feliz y ha tenido un gran día, posiblemente su contestación y resolución del problema del niño sea muy favorable. Por eso es tan necesario tu bienestar emocional para educar en el respeto.
La maternidad es algo maravilloso. Pero también requiere de una gran tarea. Debes estar atenta de todo para que no se te escape nada y, al final, se te olvida algo muy importante: tú. Es necesario que te cuides para poder cuidar. No puedes olvidar la persona que eras antes de ser madre, ya que esa persona sigue estando ahí.
Toma nota
El ritmo frenético de esta sociedad y la carga mental no nos deja pararnos, escucharnos, y estar atentos a nuestras necesidades. Por eso te dejo unas recomendaciones para que encuentres un tiempo al día, en exclusiva para ti, de forma consciente:
- Para, escúchate, sé consciente de tus necesidades y busca la manera de calmarlas. Practica la “auto observación”, toma consciencia de tus límites, tus gustos, etc. Comprométete contigo misma a satisfacerlas a diario. Piensa qué te hacía sentir de forma plena y has dejado de hacer.
- Busca momentos y actividades de autocuidado. Por ejemplo: leer un libro que te apasione, ver el capítulo de una serie que te guste, comer chocolate, darte un baño con espuma, pasear por la naturaleza, una charla con una amiga, un café a solas, un masaje relajante, etc. Puedes hacer una lista de las cosas que te hacen sentirte tú misma. Hazte esta pregunta: ¿qué me hace falta para estar bien? No se trata de desconectar sino de volver a conectar contigo misma.
- No mires el reloj. Tu tiempo de cuidado es un tiempo necesario y debes verlo así. Estar todo el tiempo mirando el reloj hará que te estreses en lugar de relajarte. No te sientas culpable por estar disfrutando y relajándote. No te exijas demasiado.
- No te compares. Vivimos en una sociedad que es muy difícil, por no decir imposible, conciliar. No te compares con lo que pasa en otras familias, no sabes cuáles son sus necesidades o a qué están renunciado para llevar la vida que llevan.
- Trabaja la paciencia. Cuanto más estrés tengas, más es tu necesidad de priorizar tu tiempo de cuidado.
Por: Carmen Prieto Ribó. Neuroeducadora y autora del libro «No me grites, abrázame» (Editorial Saralejandría). Especialista en comportamiento infantil y juego en la Primera Infancia. Cofundadora de Ubuntu, Asociación Española de Crianza Respetuosa y Consciente. Instagram: @carmenprieto_crianza
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