El estrés está presente en todos nosotros, en distintos niveles y durante todo el año. Pero a veces las preocupaciones pueden repercutir en la cantidad y en la calidad del sueño. Afortunadamente, existen terapias naturales o complementarias que nos pueden ayudar a inducir y disfrutar de un sueño reparador.
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Lo primero es tener hábitos, es decir, crear una rutina de descanso teniendo conciencia de que necesitamos descansar para reponer energía y fuerza necesarias para nuestro día a día. ¿Qué hábitos debemos crear?:
- La última comida del día debe ser ingerida dos horas antes de ir a acostarnos, para que la digestión esté hecha y no interrumpa nuestro sueño.
- En el dormitorio debemos crear un ambiente de relajación, con luces bajas y sin estímulos visuales ni pantallas.
Terapia 1: aromaterapia
- Podemos usar aromaterapia, evitando cítricos que nos estimulen, usando esencias como lavanda o manzanilla, o un olor que nos guste para estar cómodos.
- Si bien la aromaterapia se puede utilizar de distintas formas, en esta época del año y con el Covid 19 aún presente, se recomienda utilizar difusores que humedezcan el ambiente, evitando inciensos ya que su combustión genera congestión y broncoconstricción, pudiendo empeorar patologías respiratorias.
Terapia 2: musicoterapia
- A la aromaterapia podemos sumar musicoterapia, es decir, sonidos que nos calmen, nos agraden y nos ayuden a conciliar el sueño.
- No es necesario que sea ruido blanco o el canto de las ballenas, basta con que sea un sonido calmo que nos agrade para inducir un estado de relajación.
Terapia 3: respiración consciente
- Al estar acostados podemos hacer ejercicios de respiración consciente, una técnica fácil de aprender y practicar.
- Se trata de mantener una respiración pausada, tomando aire por la nariz, inflando el abdomen en el proceso; mantenerlo por 4 o 5 segundos y botarlo por la boca.
Opción con terapeuta
Las anteriores son terapias que se pueden llevar a cabo de forma autónoma, sin necesidad de un terapeuta. Pero si lo requiere, también puede acercarse a uno para llevar a cabo:
- Auriculoterapia, ya que se pueden estimular ciertos puntos que ayudarán a disminuir tensiones, facilitando su relajación y, por tanto, su forma de conciliar el sueño.
- Flores de Bach, que se preparan teniendo en cuenta la necesidad de la persona para mejorar sus dolencias o malestares.
Es importante destacar que las terapias se pueden mezclar y llevar a cabo de forma paralela, por lo que podemos utilizar aromas y sonidos en nuestra habitación, y además tener sesiones de auriculoterapia, por ejemplo. Lo importante es ser constantes, no hacer una aplicación y olvidarlo, ya que el o la terapeuta hará seguimiento para evaluar las terapias utilizadas.
Fuente: María Fernanda Pizarro, directora del área salud Universidad Santo Tomás
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