Con la llegada de los hijos se deberían tomar muchas medidas para que la casa sea el lugar más seguro para ellos. Tapar los enchufes, poner rejas en las escalas, instalar mallas fuera de las ventanas, ponerle seguro a muebles y puertas, son algunas de las recomendaciones.  Pero también hay que considerar otras cosas potencialmente dañinas.

El Dr. Carlos Rivera, jefe de la Unidad de Urgencia de Clínica Universidad de los Andes, entrega algunas pautas de lo que es mejor no tener en una casa con niños.

Pilas de reloj:

Este tipo de batería es común, además, en controles remoto de portones y autos, en juguetes, pesas y termómetros digitales, calculadoras y cámaras. Su peligro radica en que al tragárselas un niño se puede ahogar o sufrir graves quemaduras y perforación de órganos abdominales e intestino, ya que aunque estén vencidas, siguen teniendo carga y al entrar en contacto con jugos gástricos, generan electricidad.

Camas saltarinas:

Pueden ser uno de los juegos más entretenidos, incluso para los grandes, pero también son de los más peligrosos. Suelen ser la causa de fracturas, lesiones cervicales y esguinces. Además, cuando la malla protectora no está en buenas condiciones, quienes están saltando pueden caer fuera de la cama con consecuencias fatales.

Medicamentos:

Ninguno es inofensivo y no se sabe qué efectos puede tener en quienes no ha sido recetado, sobre todo si es un niño.

Piscinas:

Que los hijos sepan nadar no es garantía de que no puedan ahogarse, por eso es indispensable poner rejas alrededor. Pero no cualquiera sirve, las condiciones son:

  • Mínimo 1.50 m de altura.
  • Separación entre barrotes de no más de 10 cm, que no quepa la cabeza de un niño.
  • Debe tener una puerta con seguro o chapa en la parte superior.
  • No debe haber nada cerca de la reja que le permita al menor escalarla, como un piso, un juguete o una silla.
  • A pesar de estas medidas, la más importante es la supervisión. Un niño jamás debe estar solo cerca de una piscina.

Sillas altas para niños:

Son muy cómodas para alimentarlos, pero peligrosas al estar cerca de una mesa, ya que los niños pueden escalar a ella y caerse. Asimismo, apoyan los pies en la orilla de la mesa y empujan la silla hacia atrás.

Alfombras sin adherencia:

Principalmente en pisos flotantes y cerámicas, es habitual que al pisarlas, una persona se resbale y caiga. Muy peligrosas son las que están puestas al comienzo de una escalera. El riesgo también se presenta cuando están arrugadas, siendo ideales para que alguien se tropiece. Para evitarlo existen diversos elementos que se pueden poner por debajo e impiden su movimiento.

Cordeles de cortinas:

Si un niño lo alcanza puede cruzarlo por su cuello fácilmente y asfixiarse. Por eso se recomienda no dejarlos a su altura y nunca poner una cuna cerca, ya que podría encaramarse y tomarlo.

Escaleras de trabajo:

Si no son guardadas en un lugar seguro, un niño puede escalarlas y llegar a lugares peligrosos, con electricidad o en altura, provocando graves caídas o la muerte.

Estantes:

Para los niños son una simple escalera por la que pueden alcanzar de manera casi sencilla los adornos que hay arriba y que tanto captaron su atención. El problema es que el mueble cede y puede caer, aplastando al menor. Para evitarlo, se debe apernar estos muebles al muro y no dejar arriba cosas atractivas para los niños.

Armas:

El ideal es no tenerlas en la casa, pero si deben estar ahí se recomienda mantenerlas en un lugar absolutamente seguro.