A lo largo de la historia hemos aprendido que las pandemias causan un importante sufrimiento psíquico y social en las personas, afectando su salud mental. El actual brote no ha sido la excepción y, por lo mismo, han aumentado las consultas clínicas en este ámbito.
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“Esto ocurre especialmente en personal de salud, grupo que se ha visto expuesto a exigencias mayores y al drama que conlleva el aumento de pacientes graves y de muertes. Dentro de este grupo (sin antecedentes psiquiátricos) también hay personas que han sido afectadas por el Covid-19 y han sido dadas de altas o han tenido familiares afectados. Los síntomas de consulta más comunes son ansiedad, temor, irritabilidad, insomnio, desánimo y abuso de alcohol o ansiolíticos”, detalla. En tanto, respecto de la población con un diagnóstico anterior, el profesional de Cetep indica que puede ocurrir un agravamiento de los síntomas o descompensación de su cuadro base. Precisa que para quienes ya enfrentaban patologías como depresión mayor, bipolaridad, trastornos de ansiedad o esquizofrenia puede ser esperable y frecuente “el aumento de angustia y crisis de pánico. También en pacientes con antecedentes de trastorno obsesivo compulsivo (TOC), en especial el tipo que tiene ideas de contaminación y actos compulsivos relacionados con la limpieza. Este tipo de TOC puede incrementar el temor a contaminarse por Covid-19 u otro agente patógeno”. Como psiquiatra, el Dr. Urzúa explica que parte de lo esperable en estas condiciones es que aparezcan síntomas de deterioro de la salud mental en la población general. Pero que ello sea esperable no significa que no sea importante poner atención. “Depende del sufrimiento psíquico de cada persona, de sus recursos de afrontamiento y de la capacidad de su entorno para contenerlos”, subraya. [irp posts=»4528″ name=»Ser optimista previene enfermedades de salud mental»] Igualmente, entendiendo que el deterioro en la salud mental es esperable en el contexto de pandemia, la extensión de los síntomas asociados es el principal indicador de que el diagnóstico podría ser más importante. “Cuando la duración de los síntomas es mayor a 15 días, cuando aparecen continuamente o provocan disfunción en el funcionamiento habitual de la persona o de la familia estamos frente a una señal de alerta para solicitar apoyo profesional”, subraya el director de Centro Médico Cetep. Y agrega que cuando existen síntomas más graves como ideación suicida siempre se debe consultar. En suma, las personas deben estar atentas en cuanto a la gravedad de sus síntomas y pérdida de sus hábitos saludables para consultar oportunamente a un especialista en salud mental. “Si existen síntomas importantes y no se tratan podría desarrollarse un trastorno por estrés postraumático o un episodio depresivo mayor que requerirá un manejo más complejo”, advierte. Finalmente, el Dr. Claudio Urzúa explica que la incertidumbre del contexto de pandemia y su impacto en nuestro bienestar y capacidad de adaptarnos a los cambios tiene un efecto directo en la aparición de síntomas relacionados con la angustia, la ira, el desánimo y los trastornos del sueño. Lo importante es que a nivel clínico un especialista evalúe “cuántos de estos pacientes requerirán tratamiento y cuáles podrían desarrollar síntomas relacionados con un trastorno adaptativo o el trastorno por estrés postraumático. Estos diagnósticos han aparecido en países donde la pandemia se ha superado”, indica. [irp posts=»9577″ name=»Teleconsulta: un beneficio para la salud mental»]
El psiquiatra y director de Centro Médico Cetep, Dr. Claudio Urzúa, explica que el incremento se observa tanto en pacientes con un diagnóstico previo que ante la contingencia se agudiza, como también en un importante grupo que enfrenta por primera vez un cuadro de salud mental a raíz del contexto actual.
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Señales de alerta
Salud mental e incertidumbre
