Cómo desarrollar habilidades blandas para el trabajo y la vida
Cuando iniciamos un proceso de búsqueda laboral, y especialmente si hemos sido desvinculados de nuestro trabajo, se nos mueve el piso, nos preguntamos por nuestro futuro y el de los que dependen de nosotros, y aparece la incertidumbre y ansiedad.
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Sin embargo, este camino a veces no es tan corto como uno quisiera, por lo que los estados de ánimo fluctúan. «A veces podemos llamar a un amigo para pedirle contactos o coordinar un café (hoy virtual), y si sentimos que nos contesta apurado o nos pide que lo llamemos otro día pues está ocupado, podemos caer fácilmente en una emoción X. Esta emoción X puede ser rabia, desconcierto, frustración o pena. Y seguimos trabajando en hacer nuestros llamados», señala. El problema surge cuando una de estas emociones, que son válidas, se van quedando pegadas en nosotros. De este modo, sin ser conscientes, vamos mirando el mundo con un filtro de frustración, desesperanza y desgano que nos saca de la disposición de resolución y nos puede llevar a una sensación de ser víctimas de las circunstancias. «Algunas personas, en vez de abrirse a los contactos y a las redes, se retraen. O en vez de sentirse apoyados por su entorno más cercano, se sienten presionados», explica Catalina. A través del coaching podemos mirar los estados de ánimo de una persona para que dejen de ser transparentes. Nos ayuda a ser conscientes de lo que nos va pasando, de lo que sentimos y por qué lo sentimos. Aprendemos que hay una interrelación entre nuestro lenguaje, emociones y cuerpo, y cómo intervenir la situación en nuestro beneficio, tanto en el trabajo como en la vida misma. Aprendemos el poder que tienen nuestras declaraciones, cómo realmente pararnos en una disposición corporal de «ser oferta» y ser protagonistas de nuestra vida. Según la especialista, durante el tiempo que dedicamos a encontrar trabajo y paralelamente miramos nuestra trayectoria laboral, podemos hacernos nuevas preguntas que amplíen nuestro mundo. Nos podemos dar cuenta de muchas cosas que no habíamos observado antes. Puede ser que pensemos en hacer un cambio de área, de rubro, aprender y estudiar algo que me lleve a desarrollar una carrera con sentido para mí, y/o emprender algún negocio. Es un periodo valioso para desarrollar habilidades blandas e incorporarlas para nuestro futuro. Al mirar nuestra historia de trabajo podemos ver, por ejemplo, que necesitamos mejorar nuestra comunicación en la organización, nuestro estilo de liderazgo, realizar pedidos concretos, coordinar acciones de manera fluida, motivar equipos, construir empresas con propósito claro, equipos autoorganizados, enfocados en los resultados, que trabajan en base a la confianza y compromiso. “Todos tenemos oportunidades de mejora en algún sentido. Con el coaching me acerco a lo que a mí personalmente se me dificulta en las relaciones con algún tipo de persona. Con lo que me hace pasarlo mal. Y ahí hay un aprendizaje que me mostrará capacidades que no creía tener. Lo que aprendemos a través del coaching es un aprendizaje transformacional. Significa que es un aprendizaje que incorporamos en nuestro ser, pasa a ser parte nuestra. Con el tiempo ya no necesito pensar cómo y qué, sino que ya está internalizado. Y esto nos lleva a desplegarlo en nuestra vida en el más amplio sentido. Por ejemplo, si aprendiste a escuchar vas a escuchar con apertura también a tus hijos, pareja, amigos, etc. Es algo que enriquece la vida”, concluye. [irp posts=»12086″ name=»Emprender en el mundo digital: ¡sí se puede!»]
Según Catalina Vidaurre, coach organizacional y partner en Brain & Brand, como las personas son distintas esta nueva situación se observa con diferentes perspectivas. Hay momentos en que nos sentimos empoderados, positivos, nos autoalentamos y nos organizamos para funcionar resolutivamente. Son momentos en que nos acompaña una personalidad más abierta y segura, donde se va esfumando la timidez. Eso nos facilita el contactar a nuestras redes, aparecer en Linkedin con una presencia activa y mandar currículum a Headhunters, empresas, conocidos y desconocidos. Estamos siendo verdaderamente «oferta», pues hay un estado emocional y corporal que nos está abriendo caminos y posibilidades para el trabajo.
¿Víctima de las circunstancias?
El aporte del coaching