Cómo protegerse del virus hanta

Es importante mencionar que no todos los roedores de esta especie son portadores. Se estima que entre un 1 a 6% pueden transmitir la enfermedad, lo que no quita los riesgos y resguardos que se deben considerar al estar expuestos a su hábitat natural (áreas rurales, matorrales, bosques y zonas cercanas a cursos de agua).

De acuerdo a Oscar Astroza, académico Facultad de Medicina Veterinaria y Agronomía Universidad de Las Américas, y experto en control de plagas, al no poder diferenciarse un roedor sano de uno portador las medidas de prevención deben ser generales. El objetivo es que se vuelvan hábitos de seguridad entre las personas, ya que son la primera línea de protección para evitar un contagio del virus.

¿Cómo se contagia?

El virus hanta es diseminado por el roedor a través de su orina, saliva y heces. Esto abre un abanico de posibilidades de contagio, ya sea por contacto indirecto como directo con el roedor, a través de lugares y utensilios contaminados con sus secreciones y alimentos contaminados. Esto produciría el riesgo que se inhalen pequeñas gotas tanto frescas como secas de estas secreciones, se tenga contacto con ellas de forma mecánica, es decir, tocando objetos contaminados y luego llevando el virus a nuestra boca u ojos, o simplemente comiendo alimentos contaminados.

¿Cuáles son los principales síntomas?

Una vez que el virus hanta contagia a su huésped pasa por un periodo de incubación que puede durar hasta 6 semanas. Luego de ello se evidencian los síntomas, los cuales son inespecíficos y se pueden confundir con un cuadro gripal: fiebre, dolor muscular, dolor de cabeza, síntomas gastrointestinales y malestar general. El cuadro puede agravarse con dificultad respiratoria progresiva y falla cardiaca, lo que podría desencadenar la muerte del paciente.

¿Cuándo acudir a un servicio de urgencia?

Cuando se presenten síntomas respiratorios y se haya estado expuesto a lugares de riesgo como áreas rurales y silvestres, matorrales, áreas boscosas, casas o cabañas cercanas a estos lugares donde se sospeche de la presencia del roedor, se recomienda acudir a un centro médico de urgencia. También si se ha estado expuesto a otro paciente diagnosticados con el virus.

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¿En qué zonas existe más riesgo de que habite este roedor?

Está presente entre la Tercera Región y Campos de Hielo Sur, en la parte Austral, en los sitios con características descritas anteriormente. El mayor riesgo se produce en primavera y verano, ya que durante estos meses se presenta una mayor disponibilidad de alimentos para estos roedores como flores, gramíneas y otros vegetales, lo que conlleva a que aumente su número. A esto se suma el que en esta temporada se produce la mayor actividad humana en sitios rurales por motivos vacacionales, deportivos y laborales.

¿Cómo se puede prevenir el contagio por hanta?

Debemos entender la conducta y motivaciones de este roedor silvestre para acercarse al ser humano, las cuales están relacionadas con la disponibilidad de recursos como agua, comida y refugio. Desde este enfoque las recomendaciones son:

• Hacer nuestra casa, leñera, bodega o cabaña rural lo menos atractiva para ellos.
• Los perímetros deben estar desmalezados, con el pasto corto y limpios de escombros y material acumulado que pueda servir de refugio.
• Los pisos de la casa, muros y ventanas deben estar sin aperturas que permitan la entrada de un roedor.
• Los espacios que se generan bajo nuestras puertas deben estar protegidos con burletas o gomas protectoras de aislamiento. La idea es volver hermética la infraestructura.
• Debemos generar hábitos de manejo y almacenaje de nuestra comida, la que siempre debe estar guardada en lugares destinados a ello y dentro de envases herméticos.
• Si vamos de vacaciones a un lugar que estuvo deshabitado por largo tiempo hay que abrir ventanas para ventilar por unos 30 minutos y dejar entrar la luz del sol. También usar mascarillas y guantes para desinfectar el lugar con productos de aseo como cloro y detergente.
• Darle un manejo apropiado a nuestra basura dejándola en lugares dispuestos para ello.
• Evitar estar en medio de matorrales o zonas de alta densidad de vegetación. Evitar el consumo de frutos silvestres en esas áreas.