El término “pollerudo” hace referencia a los hombres que se esconden detrás de la pollera o falda larga de la mamá. Mientras que el de “mamón” se da a quienes por su conducta revelan seguir pegados al pecho materno. Es decir, totalmente dependientes de la mamá.

En estos hombres, la dependencia con ella es inconsciente y el sujeto no sabe cómo despegarse de ese sentimiento. Queda atrapado de los deseos de su madre, atento a sus necesidades. Y la lealtad con ella es mucho mayor que con su pareja.

Lucía Godoy, psicóloga y docente de la U. Andrés Bello, subraya que todos los hombres, en general, son muy dependientes de las mujeres por el solo hecho que el vínculo con la mamá es casi total en su primera infancia. Su vida depende de ella, los alimenta, los limpia, los cuida y protege hasta la adolescencia. Y durante la adolescencia y la vida adulta aparece la polola, novia o esposa que sigue cuidando de él.

“El problema se produce cuando las madres son demasiado absorbentes y posesivas con el hijo y se transforman en una especie de ‘madre pulpo’. Al ser así no permiten que nadie penetre en el vínculo con sus hijos. Aparecen como un ser todopoderoso, una figura autoritaria que siente que todo lo que el niño haga ella lo debe supervisar y autorizar”, subraya.

Roles similares

Es común que los hombres de estas características busquen como parejas a mujeres autoritarias que los mantengan en un rol muy similar al de hijo, como una manera de reproducir el vínculo. Una mujer que, por supuesto, siempre es elegida según la aprobación de la mamá.

“De ese modo, estos hombres se debaten entre el seno materno y otras mujeres, sin decidirse entre una u otra cuando entre ellas hay alguna discrepancia. Queda en esa condición, incapaz de tomar decisiones por sí mismo y para todo consulta con su madre o su pareja. Hasta se viste como a ella le gusta, pide permiso para todo y nunca resuelve un problema por sí mismo”, explica.

Es común encontrar problemas de pareja relacionados con el hombre “pollerudo”. La incomodidad de no tomar decisiones en pareja afecta y desequilibra emocionalmente a ambos. El control de la mamá está siempre presente y para la pareja se vuelve hostil y desesperante.

Durante los conflictos matrimoniales la madre juega siempre un papel destacado. De hecho, contribuye de manera decisiva a acentuar los problemas. La mamá, directa o indirectamente, compite con su nuera. Reclama cualquier decisión que afecte a su pequeño para el que pide cuidados y respeto. Y suele recurrir al chantaje para poner a su hijo de su lado.

¿Qué hacer?

Si se tiene una relación con un hombre dependiente de su madre, la psicóloga recomienda cómo sobrellevar de la mejor forma esta situación. “Por ningún motivo hay que rivalizar con su madre, ya que el primer impulso es culparla y entrar en una suerte de o ella o yo que siempre es fatal para la relación de pareja. El acercamiento debe realizarse desde una actitud no juzgadora, sino de reparación. Por ello, hay que controlar los sentimientos negativos que surgen, tratándolos de manera positiva en el diálogo. Hay que instarlo a tomar conciencia, con preguntas como ¿es necesario que le preguntes a tu mamá? De a poco, cuidando que el tema no sea una invasión”, indica.