Las estrías son un defecto de la dermis, la capa intermedia de la piel, donde la fibra que produce la tensión, se rompe y se fragmenta.

Su origen puede estar determinado por el crecimiento de las mujeres cuando se “pegan el estirón” durante  la adolescencia, provocando  muchas estrías en las mamas, espalda, zona baja de las nalgas y cara interna de las piernas. Así como aparecen rápido también se van rápido, pasando a un color nácar (cuando se pone de color rojo significa que están activas y creciendo).

Otro tipo de estrías son las que aparecen con el embarazo y aquellas a causa de  medicamentos, especialmente  corticoides. Las del embarazo son una condición común que afecta aproximadamente al 77% de las embarazadas, siendo  más frecuente en la raza blanca y en mujeres que se embarazan por primera vez muy jóvenes, considerándose un factor predictivo para el desgarro vaginal durante el parto si es que son muy abundantes, ya que habla de un tipo de piel que se desgarra fácilmente.

Genética

El factor genético es muy importante al igual que el aumento o pérdida rápida de peso, que generan daño en las fibras de la dermis, lo que se traducirá en una atrofia de esa zona. En primera instancia se verán rojas y pueden picar,  para luego ponerse violáceas, y cuando ya dejaron de crecer se tornarán color nácar.

La mujer embarazada debe lubricar la piel de su abdomen principalmente (pero también la de las mamas, muslos y nalgas) con productos aprobados para ser usados en el embarazo y con ese fin.

Si a pesar de todos los cuidados igualmente aparecen estrías, entonces un dermatólogo podrá indicar un tratamiento de acuerdo al tipo, cantidad, color, etc.

 

Fuente: Clínica Dermovein.