Como todo mamífero, el ser humano posee más de una mama. Pero éstas, en la mayoría de los casos, involucionan con el tiempo. Esto es lo que ocurre en hombres y mujeres al desarrollarse. “La línea mamaria consta de ocho esbozos o primordios mamarios. La mama adulta se desarrolla a partir del cuarto, los otros siete habitualmente involucionan”, explica el Dr. José Manuel Lagos, cirujano de mamas de Clínica Vespucio.

Sin embargo, entre un 0,4% y 6% de la población mundial posee una mama accesoria, según un estudio publicado en Up to Date.

La mayoría de las veces ésta se ubica en la zona axilar y sus características son variables, “desde tejido glandular, solo pezón, hasta una mama igual a la de ubicación habitual”, asegura el especialista. Incluso pueden producir leche.

Sospecha y cirugía

El Dr. Lagos explica que, generalmente, las mamas accesorias se desarrollan en forma posterior al embarazo y durante la lactancia, período en el que se completa la maduración de la mama.

Las pacientes pueden desconocer que tienen esta condición, pero pueden sentir un bulto en la zona axilar, ver alguna mancha o sentir molestias. Esto debido a que las mamas accesorias pueden generar las mismas dolencias que afectan a las mamas en la zona pectoral.

“En las mamas ectópicas o accesorias se puede desarrollar cualquier patología benigna o maligna”, asegura el Dr. Adolfo Cruz, cirujano de mamas de Clínica Vespucio. Por este motivo, ya sea por las molestias que generan o por un tema estético, muchas mujeres deciden extirparlas, lo cual puede hacerse a través de una cirugía mamaria.