¿La pandemia afectará la socialización de los niños?
Un día, tras una larga cuarentena, observé a un grupo de niños de entre 4 y 6 años que llegaron a jugar con sus madres y padres, todos con mascarillas, en una plaza. Era evidente que los adultos se conocían entre sí, que no eran familiares y que hacía tiempo que no se veían. Fue curioso observar que los primeros 15 minutos, por lo menos, los niños no compartieron entre sí. Cada uno jugó en un lugar distinto de la plaza. Es decir, no se veía socialización.
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La buena noticia es que el ser humano es bastante resiliente. Es decir, puede soportar fuertes desafíos y es capaz de volver a reconstruirse, a veces con dificultad y después de un tiempo, hasta más fuerte y sabio. Entre más pequeños sean los niños, más rápidamente recobrarán la capacidad de conectar con el otro y, si son lo suficientemente pequeños, no los afectará para nada. Es decir, en el caso de niños de 0 a 2 años la pandemia no impactará su socialización mientras tengan por lo menos un adulto atento y cercano en casa. De los 2 a los 5 ya se requiere de otros niños para aprender cierto “razonamiento moral”: lo que es justo, el compartir, ciertas reglas, aprender a esperar. Si tu pequeño no está yendo al jardín todavía no quiere decir que esté condenado a nunca aprender estas habilidades. Las adquirirá rápidamente al momento de ingresar al sistema escolar. Por lo pronto, jugar con él actuando diferentes papeles le servirá para desarrollar otras habilidades como la creatividad o la resolución de problemas. Definitivamente el colegio enseña habilidades sociales, con todo lo que eso implica. Por lo que si tu hijo ha tenido enormes ausencias al colegio y ha dejado de ver amigos y convivir con grupos familiares a causa de las cuarentenas, lo primero que debo decirte es que no te preocupes demasiado: todos los expertos aseguran que los niños son de los seres vivos más resistentes y adaptables que existen en el planeta. ¡Pueden sacar provecho al convivir con sus padres, hermanos y hasta con las mascotas! Aún sin convivir con sus compañeros y amigos, tu hijo será capaz de desarrollarse y crecer emocional y socialmente en cierta medida, y recuperará los “aspectos faltantes” en forma gradual cuando vuelva a reencontrarse con sus pares. Así que una de las mejores cosas que puedes hacer por tu hijo es reducir tu propia ansiedad sobre el tema lo más que puedas. Trata de mantener la calma y no parecer nerviosa o preocupada frente a él. Por el contrario, trata de disfrutar de las relaciones que existen dentro de casa. Las investigaciones han hallado que los niños que desarrollan vínculos estrechos en el hogar son capaces de crear amistades cercanas más adelante en la vida. Debes tener en cuenta que este periodo no es la ocasión para sermones sobre las habilidades sociales de tus hijos. Si mantienes momentos de enseñanza divertidos es más probable que las lecciones sean recordadas, sin importar la edad de tu hijo. Desde luego que para algunos niños este encierro ha tenido un impacto emocional no menor. Pueden haber tenido más de un día de tristezas y nostalgias, extrañando a sus amigos y compañeros de juego. Si tu hijo ha tenido un patrón de «bajoneos» regulares que duran más de una semana, dale un «día de salud mental» en el que hacen cosas dirigidas totalmente hacia el bienestar, con actividades que él disfrute: manualidades, música, naturaleza, movimiento. Si lo ves triste, desinteresado en lo que antes le gustaba, aislado de la familia y tal vez de amigos (incluso en redes sociales) y, en general, distinto al «hijo de siempre», y si además este cambio dura dos semanas o más, acudan juntos a un especialista (psicólogo o psiquiatra) para obtener orientación y apoyo. Siempre he dicho que el colegio es muy importante. Ahí se aprenden grandes cosas. Pero es solo la extensión de la casa. El hogar es la base e inicio de las enseñanzas básicas que nos acompañarán toda la vida… y la pandemia lo ha hecho evidente. Los hijos —chicos, medianos y grandes— volverán a estar bien no solo por las vacunas y los cuidados sanitarios vividos durante las cuarentenas, sino por las experiencias —especialmente las más divertidas— vividas en casa y en familia. A esta altura, muchos adultos ya saben qué efectos emocionales y físicos ha tenido la pandemia con ellos mismos y sus más cercanos. Incluso para los más introvertidos, a quienes por natural estilo de personalidad el pasar más tiempo en casa no les sienta mal, las cuarentenas les han pasado una factura y se muestran cansados, con ganas de salir y socializar. Por eso, aquí van algunas actividades que les permitirán a los adultos combatir el impacto negativo del prolongado encierro y la permanente amenaza del virus: Por: Mónica Bulnes, psicóloga. ¡Sigue a Mónica Bulnes en Instagram (@preguntaleamonica)! Si tienes una consulta sobre este tema entra a www.preguntaleamonica.com y la experta te la responderá sin costo alguno. [irp posts=»12496″ name=»¿Cómo conversar con los hijos sobre temas complejos?»]
Si nos quedamos con esa imagen —pequeños jugando separadamente, con mascarillas, sin interactuar— podemos pensar que tal vez han quedado socialmente dañados por culpa de la pandemia. Incluso, al leer estas líneas algunos papás y mamás estarán acordándose de anécdotas que ilustran otros ejemplos de cómo sus hijos han sido afectados en este aspecto por las cuarentenas y/o el uso de mascarillas.
¡No transmitas tu ansiedad!
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