Confucio dijo: “A los hijos hay que educarlos con un poco de hambre y un poco de frío”. De esta frase célebre podemos concluir algo muy valioso: crecemos cuando aprendemos a superar dificultades. Cuando la estamos pasando mal nos vemos obligados a sacar fuerza y capacidad de nuestro interior para poder estar bien nuevamente.
Es por eso que no podemos facilitarle demasiado la vida a los hijos. No se trata de crearles problemas u obstaculizarles el camino “para que aprendan”, pero también debemos estar siempre vigilantes del manejo como padres que hacemos de las diferentes situaciones a las que se enfrentan, porque —sin querer—podríamos estarlos incapacitando.

La sicóloga Mónica Bulnes nos muestra aquí las siguientes “C” que debemos trabajar durante la crianza de los hijos.