En verano nuestro cuerpo se expone más a los rayos solares debido a la mayor cantidad de actividades al aire libre que se realiza en playas, piscinas, paseos o, incluso en la rutina diaria en la calle.

Es por ello que los protectores solares o fotoprotectores, aquellos productos que se aplican sobre la piel para evitar los efectos nocivos que ocasiona la radiación ultravioleta proveniente desde el sol, toman una gran importancia.
“La radiación UV se compone de tres tipos de rayos, de los cuales solo dos llegan a la superficie de la tierra y se denominan UVA y UVB. Ambos tipos de radiación tienen efectos negativos sobre la piel y pueden ocasionar a largo plazo fotocarcinogénesis”, explica Lorena Baeza Mundaca, académica de la Escuela de Química y Farmacia de la U. Andrés Bello.

Según la químico farmacéutico y experta en tecnología cosmética, “es importante contar con un producto seguro y de calidad, certificado por las autoridades sanitarias del país, donde tengamos plena certeza que contiene filtros solares que van a proteger nuestra piel frente a ambos tipos de radiación (UVA y UVB) evitando las conocidas quemaduras solares, alergias y fotoenvejecimiento”, dice.

En qué fijarse

El mercado ofrece una gran variedad de protectores solares, con diferentes texturas de acuerdo al tipo de piel y la edad del usuario. “En niños se prefieren productos a prueba de agua con texturas no tan agradables pero con buena cobertura UVA y UVB, mientras que en adultos se privilegia más la textura del producto y su acabado de acuerdo al tipo de piel del usuario”, subraya la experta.

1.- En general, los protectores solares se recomiendan en adultos en base al tipo de piel del usuario y acabado del producto en la piel. Por ejemplo, para personas con piel más grasa, podría elegir protectores solares con textura más ligera y acabado seco. Para un adulto con piel seca, se sugieren productos con texturas un poco más untuosas.

2.- En el caso de niños, existen productos creados específicamente para ellos, compuestos de filtros minerales que solo actúan como barrera mecánica a nivel de la superficie de la piel evitando el contacto con la radiación UV desde los 6 meses en adelante.

3.- Debemos recordar que no es recomendable que niños menores de 6 meses estén expuestos directamente a la radiación solar.

4.- Es importante considerar el tiempo de permanencia en la piel del protector solar que vamos a utilizar. En caso de venir rotulado con la frase “Resistente al agua” significa que el producto permanece en la piel durante 40 minutos, mientras que la frase “muy resistente al agua” implica que el producto permanece en la piel durante 80 minutos, donde es necesario volver a reaplicar en una cantidad necesaria en la piel.

5.- El FPS o factor de protección solar (SPF en sus siglas en inglés) indica la eficacia con que el producto protegerá nuestra piel respecto a la radiación UVB, y es recomendable utilizar desde FPS 30 en adelante.

6.- Aplicar una cantidad suficiente de producto 30 minutos antes de salir al aire libre para obtener mejores resultados. Esto le da tiempo a la piel para absorber el protector solar.

7.- Volver a aplicarlo cada dos horas o después de cada baño en la piscina o el mar.

8.- Además de utilizarlo en la playa o en la piscina, se recuerda que el protector solar se debe usar en el día a día, cuando se sale de compras o se va al trabajo. También es importante su aplicación en durante el invierno, ya que la radiación UVB se encuentra presente en toda época del año y es capaz de atravesar el vidrio.

9.- Además de la protección solar, se recomienda utilizar sombrero, lentes de sol y ropa que cubra nuestra piel de la radiación con filtros UV.

10.- Evitar la exposición al sol entre las 10 y las 17 horas, teniendo su máxima intensidad entre las 13:00 y. 15:00 hrs.

Atento a las diferencias

La académica de la UNAB, además, aclara las diferencias entre un protector solar, un bronceador y una pantalla solar:
• Protector solar tiene la capacidad de filtrar los rayos UVA y UVB, absorbiendo selectivamente la radiación y evitando que dañe nuestra piel. Tiene una función principalmente protectora.
• Bronceador es utilizado principalmente con fines estéticos para cambiar el color de la piel mediante la presencia de distintas sustancias vegetales y aceites con un bajo factor de protección solar.
• Pantalla solar es una barrera mecánica que impide que la piel tenga contacto directo con la radiación ultravioleta. Son en general cremas de textura más gruesa que permanecen por más tiempo en la piel que un filtro solar convencional.